Para sobrevivir a los embistes del tiempo, la industria del pixel ha tenido que evolucionar constantemente ajustándose a las necesidades de un público caprichoso que sentencia a muerte a todos aquellos productos que no cumplen con el propósito de ofrecer suficiente diversión. Si dejamos atrás el enfoque especializado en videojuegos, las consolas se han transformado en auténticos centros de entretenimiento, y aunque parece que un gran porcentaje de los consumidores está satisfecho con la tendencia, hay otro sector que se confiesa preocupado por el panorama que amenaza con relegar los juegos a segundo plano. Es difícil pronosticar cómo se darán las cosas en términos generales dentro de 5 o 10 años, y no es fácil adivinar la estrategia a largo plazo de cada uno de los grandes exponentes del videojuego, pero los indicios comienzan a revelarse y el primero en mostrar sus cartas abiertamente es Nintendo, que con el Wii U planea iniciar la siguiente generación de consolas.
Desde que incursionó en la competencia de los videojuegos, la Gran N ha optado por favorecer las experiencias puras, es decir, sin involucrar otros elementos fuera del entretenimiento del pixel a menos que aporten algo a la diversión. Y es que a pesar de apostar con frecuencia por la innovación, con la pantalla táctil de DS o con los controles con sensor de movimiento de Wii, el Gigante de Kioto siempre se empeña en considerar a los juegos el tema central de la experiencia. Con la llegada de una nueva consola, son inevitables las interrogantes de si Nintendo podrá o querrá mantener dicha dinámica, evitando la tentación de sumarse a sus competidores en la oferta versátil de contenidos, pero sobre todo, surgen las necesarias preguntas de qué ofrece esta novedosa tecnología para triunfar en un ámbito tan competitivo. Haciendo un recuento de sus cualidades, nombramos 4 situaciones a considerar para desentrañar si el Wii U tiene un futuro prometedor o enfrenta un porvenir sombrío.
Experiencia asimétrica especializada
Cuando Nintendo presentó por primera vez las maravillas de su más reciente consola, la recepción de la gente no fue tan contundente como con Wii. La mayoría de las personas miraban con interés la existencia de un control con tablet, pero gracias a un pésimo desempeño de los ejecutivos de la compañía que no supieron explicar con precisión las características técnicas de su nueva tecnología, se generó gran confusión en torno al potencial de Wii U. Un año más tarde todo estaba aclarado: la virtud del novedoso aparato es ofrecer una experiencia asimétrica, es decir, jugar al mismo tiempo en 2 pantallas que interactúan, y beneficiarse de que en cada una pueden mostrarse cosas completamente distintas.
Ahora, la idea de interacción entre el televisor y un dispositivo móvil existe desde hace 10 años, pero hace muy poco empezó a explorarse en el ámbito de los videojuegos, y junto a Nintendo, todos quieren explotar el concepto, al grado de que Sony planea una solución que combine PlayStation 3 y PS Vita, mientras Microsoft asegura que SmartGlass será más potente y flexible que el resto de las ofertas similares. Ambas propuestas tienen su mérito, pero la ventaja de Wii U es que tiene un diseño especializado, ya que el GamePad fue construido con la explícita intención de crear un tipo de entretenimiento único, irrepetible en otras plataformas. Es probable que lo puedan simular, pero no igualar, pues no es lo mismo tener todos los esquemas de interacción (botones y pantalla táctil) en la misma interfaz, que en 2 dispositivos separados, sin mencionar que la arquitectura de Wii U tiene como prioridad exaltar la capacidad del control, mientras que en otras consolas la comunicación con dispositivos móviles es un mero añadido.
Dicho enfoque no sólo permite que se construyan conceptos más sólidos, también es posible que todo aquello que se lance para Wii U y aproveche el GamePad tenga mejor desempeño que otro esquema que intente imitarlo. De cierto modo, la dinámica de pantalla dual es algo que Nintendo ya tiene dominado, pues no hay mucha diferencia de ejecución entre lo que hace Wii U y un DS; en lo que se distingue, por supuesto, es en la flexibilidad de actividades, y el hecho de que ambas pantallas se ocupan de manera independiente. Si el ingenio apunta en la dirección correcta, podría propiciar una evolución en los géneros, aportando el contexto para la creación de nuevas dinámicas, justo como ha pasado con la llegada de cada método de interacción.
Lo cierto es que como dicta la tradición, de inicio sólo Nintendo sacará máximo provecho de su tecnología, mientras que los desarrolladores externos podrían tomar más tiempo del debido en entender las herramientas, tal como sucedió con Wii y DS.
Propuestas únicas
Se dice que nadie desarrolla mejores juegos para las consolas de Nintendo que Nintendo mismo, y pese al talento de los estudios externos, el estigma no se ha podido sacudir. Con Wii U, el Gigante de Kioto planea cambiar el panorama al establecer un ecosistema más amigable, tanto para la creación de títulos como para ofrecer una mayor diversidad de experiencias. La evidencia de que la consola llega en los términos más saludables se da en la presencia de un robusto catálogo, tal vez uno de los más ambiciosos en la historia de los videojuegos.
Call of Duty, Mass Effect, Assassins Creed, franquicias que en el pasado nunca llegarían a consolas de Nintendo, no sólo arribarán a Wii U, sino que lo harán con la misma oferta de entretenimiento que en sus versiones originales para otras consolas. Pero como toda plataforma de la Gran N, el futuro de Wii U no se sustenta en los títulos más taquilleros, después de todo, dichos ejemplos están disponibles en casi todas partes, para todas las consolas. Para triunfar, necesita propuestas únicas, cuyo diseño se aleje de lo disponible en otra parte, o dicho de otro modo, requiere continuar impulsando las exclusivas.
Aunque más que Mario y The Legend of Zelda, y más que Metroid y Kirby que eventualmente harán su debut en la alta definición, la nueva consola ya cuenta con objetos de diversión que rompen con los esquemas tradicionales, y Nintendo Land es un excelente ejemplo. Esta colección de minijuegos aparenta ser una repetición de lo que hizo Wii Sports en su momento: presumir las cualidades de la consola; sin embargo, en el fondo supera su cometido al presentar diversas formas de entretenimiento, cada una muy completa en sí misma; de los títulos de lanzamiento es, sin duda, uno de los más divertidos para jugar en compañía. Si como éste, llegan otros juegos novedosos, la estabilidad de Wii U queda asegurada, después de todo, la librería es lo que da vida a una consola, no tanto la tecnología, aunque hablando de aspectos técnicos...
Comentarios
Mejores
Nuevos