Esto no es una guerra de consolas, es una masacre

Microsoft inaugurará las actividades de gamescom 2015, el mayor evento de videojuegos abierto al público en el mundo, con una decisiva conferencia de prensa en la que presentará sus últimas novedades. Sony... no hará nada. Sin embargo, hay una pequeña razón para ello: Sony domina de 70% a 90% del mercado europeo (dependiendo del país). Encima, los números del primer trimestre han llegado: a pesar de todas las rebajas, bundles y ofertas de Microsoft, el PlayStation 4 sigue vendiendo el doble que Xbox One (2.7 millones frente a 1.4) y mucho más que las tristes 475,000 unidades del Wii U. Esto, señores, no es una guerra de consolas: es una masacre.

¿Qué rayos pasó? ¿Cómo explicar números tan exagerados del PlayStation 4 en Europa? ¿Ha regresado la era del PlayStation 2? A sólo un día de este importante evento, nos parece pertinente reflexionar sobre la situación del mercado y las causas que han orillado a Microsoft a adoptar una estrategia mucho más agresiva, mientras Sony simplemente ha decidido dormir con la parte del león asegurada y Nintendo experimenta una tímida recuperación mientras intenta reorganizarse para el futuro NX.

¿Por qué Sony domina Europa?

Se trata de una larga historia. De algún modo, el evento que determinó el destino de los mercados modernos de videojuegos (América, Japón, Europa) fue justamente la crisis de 1983 y la quiebra de Atari. Como sabemos, en América la crisis duró hasta 1985, cuando el NES resucitó el mercado de consolas. En Japón, en cambio, nunca hubo tal crisis: al no tener Atari 2600, fabricantes locales fueron cimentando el mercado (Epoch, Bandai, Nichibitsu) hasta que la industria floreció hasta la tercera generación con el Famicom. Pero en Europa la historia es muy diferente. Con el colapso de Atari, Europa evolucionó naturalmente hacia plataformas más afines a la PC como el Commodore, el MSX, el Amstrad o el ZX Spectrum.

En el ámbito de consolas, debido a su lejanía geográfica, sus prácticas monopolistas y su burocracia, Nintendo nunca pudo entrar en Europa, por lo que dicho vacío fue llenado por SEGA. Con la decadencia de SEGA, el turno le llegó a Sony, que desde la era PlayStation domina dicho mercado sin oposición. Xbox llegó demasiado tarde a Europa y realmente nunca ha sido grande fuera del continente americano. Lo curioso es que Europa no prefiere a Sony por ninguna exclusiva: el juego más vendido año tras año es la última edición de FIFA. Pero de algún modo Sony se ha compaginado bien con los gustos europeos, de modo que lo que domina el mercado allá son la PC, Sony y a una gran distancia, Nintendo y Microsoft.

De ahí que sea natural que Sony no considere necesario hacer grandes anuncios para el gamescom, que encima es demasiado cerca del E3, por lo que los anuncios se han retrasado hasta el Paris Games Week, del 28 de octubre al 1ro de noviembre. Esto no quiere decir que la compañía no tendrá presencia en el Koelnmesse, donde por supuesto hay un enorme booth abierto al público, pero simplemente no se ha considerado necesario apresurar nada. Microsoft vive una situación opuesta. Para contrarrestar su poca presencia en Europa, han organizado una conferencia con bombo y platillo en el Gloria-Theater de Colonia, donde nos enteraremos de sus últimos avances y habrá novedades de sus juegos. Nintendo, demasiado tímido y dado al secreto y al manejo interno de información, no ha considerado necesario dar transmisión alguna. Por supuesto, los mayores third parties, como EA o Blizzard, darán conferencias también pero éstas forman parte de sus dinámicas internas: su presencia en el mercado está asegurada gane quien gane. Sólo los 3 grandes están luchando por el mercado de plataformas, y la situación actual nos trae a la segunda gran pregunta.

¿Han vuelto los tiempos del PS2?

Sony con una considerable ventaja; Microsoft en segundo lugar y Nintendo en tercero... eso nos recuerda a ciertos tiempos: la sexta generación de los videojuegos, en el que el PlayStation 2 dominó el mercado de manera apabullante. Sólo hace falta mirar esta gráfica para tener una idea del lugar que tenía Sony en aquella época

¿Vuelven esos tiempos? En cierta forma, pero no del todo. Gracias al 360 (y a los tropiezos del PS3), el terreno de lucha entre Microsoft y Sony fue más igualado en la generación pasada y la distancia entre ambos se cerró. Por lo tanto, la competencia entre los dos durante esta generación es menos desigual que cuando Xbox era apenas una consola naciente. Pero la verdadera pregunta es otra: ¿PS4 será el Wii de esta generación o se quedará en el nicho de jugadores hardcore? Para saberlo, debemos ver la que es la más importante gráfica de la industria de consolas: la de las ventas de plataformas año con año.

Lo que vemos aquí es una clara disminución de las ventas de consolas año con año ante el embate de los móviles y demás. Ni el PS4 parece revertir esta tendencia. Por tanto, (y a riesgo de ser otro profeta fallido más) me atrevo a decir que el PS4 definitivamente será el ganador de esta generación pero no la segunda venida del PS2, sino que se quedará en números más "humildes" (comparado con los 150 millones del PS2 o los 100 y tantos del Wii), pero sin duda ganará ampliamente la generación sin trabajo alguno. Su única guerra real es en Japón, y aún así el Wii U simplemente ha fracasado en capitalizar su ventaja de salida. Sin embargo, la verdadera preocupación es para los 3 fabricantes: expandir el mercado y no sólo competir por rendimientos cada vez más decrecientes. Y parece que ninguno tiene la respuesta, al menos no por ahora. Habrá que esperar: si el próximo año la gráfica de venta de consolas sigue igual, es hora de preocuparnos por el futuro de las mismas, independientemente de quién gane la guerra.

Conclusión

Gamescom 2015 será un terreno interesante para la guerra de consolas pero parece que todo ya está decidido. Microsoft está haciendo lo correcto: enfocarse en sus first parties, ser agresivo, cordial con el público, no atacar a otras compañías y presentar bundles y ofertas atractivas. Sin embargo, parece que, a estas alturas, Sony ya ni siquiera tiene que esforzarse, al menos no en mercados como Europa, donde su dominio es total. Japón y Estados Unidos son otra historia: de ahí que E3 y TGS tengan más importancia relativa para dicha compañía. En todo caso, esperemos que la competencia entre consolas resulte en más juegos y ofertas más atractivas para el consumidor. Por ahora, acompáñanos en nuestra cobertura: ojalá gamescom 2015 nos reserve algunas sorpresas interesantes.