Te saludo con el gusto de siempre en esta nueva edición de #ViernesRetro. Cuando platicamos de Ocarina of Time, mencioné que no se trataba de mi Zelda favorito. Hoy hablaremos del que sí lo es: la entrega de 16 bits que difícilmente perderá su lugar de honor: A Link to the Past.
Mi relación con la saga de Zelda empezó con The Legend of Zelda de NES. Ahí me acostumbré a los corazones de energía, al mapa, a los secretos, las armas y los calabozos. De ahí salté a la generación del Super Nintendo; es decir, jugué Zelda II: The adventure of Link hasta después. Creo que ese salto, aunque hecho sin querer, fue benéfico para mí, ya que me encontré con una mecánica de juego y un entorno similares a los que tanto había disfrutado en el NES. La segunda parte es muy buena, aunque se sale del molde y debe verse desde una perspectiva diferente. Para algunos es la oveja negra de la franquicia por las grandes diferencias que tiene con su antecesor; para otros, es una entrega que tiene el mismo valor que las otras a pesar de ser diferente. Yo creo que tiene su encanto y es un muy buen juego a pesar de todo. Además, debemos considerar que Nintendo en aquel entonces estaba experimentando para encontrar el camino correcto. Ya habían acertado con el primer título, así que me imagino que estaban probando una fórmula distinta que se asemejara más a los RPG de la época que también la estaban rompiendo, por lo menos en Japón.
Una vez más, nos enfrentamos a un cambio generacional, pero uno que destaca por haberse convertido en un molde que, después de 28 años de su aparición en 1992, se sigue usando. Ya hemos dicho que la gente de Nintendo es experta en reciclar sus creaciones, pero en el caso específico de Zelda se trata del tesoro al final del arcoíris de una de las franquicias más queridas y reconocidas del mundo de los videojuegos.
Con The Legend of Zelda: A Link to the past, Nintendo regresó a la vista desde arriba y dejó atrás su intento por RPGizar tanto la saga. Creo que fue un acierto, ya que no quedó duda alguna acerca de cuál era la fórmula correcta para las aventuras de Link. Además, fue la primera entrega en la que pudimos ver una historia en pantalla, ya que las 2 ediciones anteriores la tenían en el manual. A Link to the Past también tiene contenido interesante en su “librito”, como la creación de Hyrule y la existencia de un lugar sagrado en el que se encuentra la Trifuerza, lo cual tomó más forma al incluirse en una de las cinemáticas más memorables de Ocarina of Time. También se revela el nombre de Ganondorf Dragmire, cuyo alias es Mandrag Ganon, que significa “Ganon de los Ladrones Encantados”. De manera que mucha de la información que se incluyó en Ocarina no era tan nueva como muchos creíamos. Lo malo aquí es que son pocos los jugadores que se toman el tiempo de leer el manual. Si tienes oportunidad, dale una revisada aquí.
Por primera vez Link fue despertado por la voz de Zelda pidiéndole que la rescatara de la prisión del castillo. El tío de Link, que tuvo su debut y despedida, se aventuró primero para después ser encontrado en terrible agonía por su sobrino, a quien le entregó su arma y su escudo. Así inició la tercera aventura de Link, quien por segunda ocasión vio su nombre en el título del juego. Dado que se trataba de un sistema más poderoso, todo en términos de gráficas y música era mejor, pero A Link to the Past destaca por mucho más que eso.
El inventario creció considerablemente y se veía mucho mejor organizado. Los espadazos ahora no eran rectos, sino que abarcaban un ángulo amplio. Obteniendo las botas Pegaso era posible correr con la espada desenvainada y así terminar con los enemigos que osaran cruzarse en nuestro camino. También se le dio un uso más intenso a las rupias, teniendo que gastar una buena cantidad para mejorar las armas o adquirir las aletas de Zora, para las cuales tenías que soltar 500 unidades. También aparecieron los medallones de magia, vitales para completar la aventura.
Un punto que sobresale es el manejo de interiores y exteriores; está tan bien logrado que te lleva a experimentar cierta libertad al estar en el overworld y tener sentimientos de claustrofobia al vagar sin rumbo por un calabozo. Esto último sucede especialmente en el Palacio de Hielo, donde el acertijo principal puede tenerte dando vueltas durante varias horas. ¿Por qué en Zelda siempre hay un calabozo que nos saca canas verdes?
Hay varios NPC y ahora te dan información más clara y útil. Ya habían aparecido desde las entregas de NES, pero ahora se les dio una nueva dimensión que funcionó en beneficio tanto de Link como del jugador. En términos de interacción con estos personajes, mi parte favorita es en la que encuentras a una criatura que te pide escuchar el sonido de la ocarina por última vez antes de exhalar su último aliento. Es una escena muy rápida, pero me impactó bastante porque en ese entonces no era tan común ver tales exposiciones sentimentales en un videojuego.
En cuanto a las locaciones, por primera vez pudimos explorar Kakariko Village, con esa icónica música que se trasladó a títulos posteriores. Se inició la obsesión, por lo menos para mí, de recolectar todas las piezas de corazón, así como la de mejorar las armas hasta obtener la versión más poderosa. Conocimos el reino Zora y una primera versión de ese perezoso rey que con una serie de lentos movimientos nos daría el acceso a la barriga de Jabu Jabu años más tarde. Mi lugar favorito es el Bosque Perdido, sobre todo en las primeras horas. El efecto de sombras de los árboles sobre el suelo y la música son una combinación perfecta. Acá te dejo una versión orquestada. Enjoy.
A Link to the past se divide en 2 grandes etapas: en la primera debes conseguir unas cuantas armas y conquistar 3 calabozos en los que se encuentran sendos pendientes. Posteriormente debes dirigirte al Bosque Perdido y obtener la Espada Maestra. Este momento es mi favorito de todo el juego, ya que representa una recompensa por lo logrado hasta ese momento, pero también una advertencia de lo que está por venir. Con espada en mano, corresponde ir al castillo a enfrentar al hechicero Agahnim. Aquí llega el giro argumental, ya que Link es transportado a un mundo paralelo sumergido en la oscuridad. Se trata de una versión retorcida de la tierra llena de color a la que nos acostumbramos en las primeras horas de juego. Es como vivir una época de abundancia y plenitud, haciendo más fuerte el impacto de la llegada de la oscuridad y angustia para los habitantes de Hyrule. Link no sólo debe navegar en este desolado mundo, sino que debe saltar entre uno y otro para resolver algunos acertijos, encontrar armas y obtener unas piezas de corazón.
Tal vez A Link to the past no sea el primer Zelda que jugaste, pero estoy seguro de que la estructura que acabo de describir te sonó muy familiar. Precisamente esa es la razón por la que esta aventura es mi favorita de toda la saga: es el punto de partida de casi todo lo que vino después. De ninguna manera demerito lo que representa Ocarina of Time; es decir, concuerdo con que es uno de los más grandes logros del gaming, pero tal vez no sea tan novedoso como siempre se ha pensado. Como ya mencioné, las evidencias están tanto en el manual de A Link to the past como en el juego mismo. Esto no debe interpretarse como algo negativo, sino que sólo intento dar argumentos que sustenten mi preferencia por esta joya de 16 bits que indudablemente ha superado la prueba del tiempo y ha sabido permanecer en los anaqueles de honor de esta forma de entretenimiento que tanto amamos. Dicho en pocas palabras: Ocarina of Time y varios juegos de Zelda subsecuentes no son más que versiones de A Link to the Past.
No debemos olvidar que entre A Link to the Past y Ocarina of Time salió otro título de Zelda: Link´s Awakening. En él también se rescataron muchas cosas de la edición de Super Nintendo, como las misiones secundarias. De ahí en adelante y no sólo considerando a Ocarina of Time, la columna vertebral de la mayoría de los títulos de la legendaria saga han tomado como base lo visto en A Link to the Past. Su influencia incluso ha alcanzado a otras franquicias de Nintendo, como sucedió con Metroid Prime 2: Echoes, en donde algunos miembros del equipo de A Link to the Past aportaron ideas del mundo dual que Samus debe explorar en este excelente título de GameCube.
Es cierto que Ocarina of Time revolucionó la industria en muchos aspectos, pero A Link to the Past sentó las bases de casi todo lo que actualmente conforma el universo de Zelda, sobre todo en términos de la progresión de la aventura y la manera en la que se desarrolla la historia, dejándote vivir primero una etapa de engañosa tranquilidad para después sumergirte en los momentos más oscuros y complicados para el héroe vestido de verde. Es uno de los títulos que más atesoro en mi colección, ya que no sólo representa algo de mucho valor en términos de gaming, sino a nivel personal. Cada vez que lo juego, regreso a esos tiempos de temprana adolescencia en los que, como Link, deseaba encontrar esa Espada Maestra con la cual vencer mis miedos e inseguridades.
¿Dónde puedo jugarlo actualmente?
- Cartucho original de Super Nintendo
- Nintendo 3DS ($172.39 MXN)
- WiiU ($172.39 MXN)
- Game Boy Advance
- Nintendo Switch Online
Para mí fue un verdadero placer escribir este texto, así que te agradezco mucho que hayas llegado hasta aquí. Recuerda que esperamos tus comentarios en el sitio y en nuestras redes sociales. Nos leemos en el próximo #ViernesRetro.
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