Juegos que (casi) arruinaron una franquicia

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Hay franquicias a las que les fue muy bien durante muchos años; varias de ellas incluso se convirtieron en legendarias para la industria. Sin embargo, les cayó una maldición, y lanzaron un jueguito tan polémico y desastroso que quedaron sepultadas más profundo que el hoyo donde andan escondidos todos los americanistas.

Hoy te platicaremos sobre esas franquicias que pudieron tener un historial casi perfecto, pero que fracasaron en el intento.

5: Prince of Persia: The Forgotten Sands

¿Se acuerdan del Príncipe de Persia? ¡No, no la película fea de Jake Gyllenhaal! Dios, aún tratamos de olvidar esa abominación. Nos referimos a los videojuegos tan importantes y buenos con los que muchos crecimos como The Sands of Time, Warrior Within y The Two Thrones, pero todo esto llegó a su fin con The Forgotten Sand.

La trilogía de Ubisoft Montreal que ya mencionamos fue un éxito comercial y entre la crítica, por lo que tenía asegurando un buen futuro. Sin embargo, la vida tenía otros planes para la serie, pues su siguiente juego terminó convirtiéndose Assassin’s Creed… y ya sabemos cómo terminó esa historia: en un tremendo éxito.

Aún así, Ubisoft seguía teniendo fe en la franquicia, por lo que en 2010 lanzó Prince of Persia: The Forgotten Sands, título que rápidamente borró esa fe de su corazoncito. Este juego está lejos de ser terrible, pero se queda corto en comparación con los mejores de la franquicia, y otra cosa que hay que considerar, Assassins Creed ya estaba más que establecido en el mercado.

The Forgotten Sand era visualmente impresionante, pero a veces no se podía apreciar debido a su desastrosa cámara y mal desempeño. Algunas mecánicas y habilidades nuevas parecían divertidas al principio, pero al poco tiempo se tornan aburridas y repetitivas. Tiene aspectos rescatables, pero casi todos son elementos que ya habían estado presentes en la franquicia.

La recepción de este juego fue polarizada; algunos fans trataron de destacar los buenos ratos que pasabas con él, pero otros decidieron mandarlo a las arenas del olvido. A pesar de que tuvo ganancias moderadas, Assassin’s Creed ya era un fenómeno inimaginable, por lo que era de esperarse que Ubisoft prefiriera dedicarle más atención, y poner a Prince of Persia en la banca.

Desde entonces, la franquicia ha tenido muy poco movimiento, pero nada destacable. Sólo sabemos del próximo remake de The Sands of Time, que se supone iba a salir en 2021, pero se veía más viejo que The Forgotten Sands, así que Ubisoft lo retrasó para trabajar más en él. RIP INRI, dulce príncipe.

4: Dead Rising 4

Lo único peor que un apocalípsis zombie, es todo el contenido insípido que hemos recibido sobre estos monstruos. En un mundo en donde este tema se ha convertido en algo tan genérico como los vatos de la UNAM que ligan con la frase “eres arte”, existe una franquicia que destacó en los 2000 por ser algo diferente, notable y muy divertido de jugar. Nos referimos a Dead Rising.

El primero de la serie fue de lo mejor que ofreció el Xbox 360, así que Capcom se relamió los bigotes al ver la mina de diamantes que acababa de encontrar. Dead Rising 2 y 3 llegaron rápidamente, y aunque son secuelas dignas, no brillaron con la misma intensidad que la primera entrega. Sin embargo, la cosa se nubló feo con Dead Rising 4, que terminó por ser algo tan irreconocible como Fabiruchis después de que lo golpearon.

Los fans inundaron este título con malos comentarios, y con justa razón, es el peor de la saga. Problemas entre Capcom Japón y Capcom Canadá limitaron el presupuesto y tiempo para que la compañía norteamericana desarrollara el juego. Además, muchas personas que habían estado desde el inicio de la franquicia notaron el problemón en el que estaban, y prefirieron abandonar la compañía.

Dead Rising 4 es un ejemplo de un juego japonés que quisieron convertir en occidental. Esto provocó que muchos elementos característicos de la saga estuvieran ausentes, como el timer, la campaña multijugador y los psicópatas. Es como Mario Kart sin los items, o Fortnite sin la construcción. Okay, mal ejemplo, pero entienden el punto.

Otra cosa que enojó mucho a los fans fue el cambio en la actitud de Frank West, ya que, como los guionistas originales se habían marchado de Capcom, otro equipo se encargó de su guion, pero arruinaron por completo su carisma y encanto.
Dead Rising 4 fue un fracaso total, por lo que Capcom decidió cerrar el estudio canadiense encargado de la franquicia, y es posible que ésta desaparezca como Mariah Carey cada vez que acaba Navidad. Sólo un milagro navideño podría revivir a Dead Rising.

3: Banjo-Kazooie Nuts & Bolts

Cuando Microsoft adquirió a Rare a inicios del milenio, todos imaginamos que las increíbles aventuras de Banjo y Kazooie llegarían a Xbox en un título original. Lamentablemente, para esto tendríamos que esperar 8 largos años y ¿la espera valió la pena? Nah..

Claro que no, todo lo contrario. Cuando se anunció Banjo- Kazooie Nuts & Bolts, pensábamos que sería un título tradicional del oso y del pájaro, pero a una escala mucho mayor. Pero al jugarlo nos llevamos la amarga sorpresa de que todo lo que hizo grande a los juegos originales estaba tan ausente… justo como tu papá en tu infancia.

Lo que recibimos fue una especie de sandbox con automóviles personalizables combinado con acción que no era lo que esperábamos. Desde el inicio, el juego nos dice que era diferente, y si lo pensamos de forma madura, es muy respetable y admirable que Rare buscara revolucionar la franquicia, pero fallaron rotundamente en hacerlo. Nuts & Bolts es bastante aburrido y poco atractivo.

Esto se puede deber a que el diseño de niveles es similar al de los originales, pero las nuevas mecánicas son totalmente diferentes, por lo que los mundos de Nuts & Bolts se sienten vacíos. La idea tenía potencial, hasta parece un prototipo de Minecraft, por lo que podríamos decir que era adelantada a su época, pero al ser implementada en una franquicia considerada como la reina de los plataformeros en 3D, resultó un fracaso.

La recepción del juego fue tan caótica, que Microsoft no ha vuelto a sacar juegos de Banjo-Kazooie, y sólo lo hemos visto en Smash. No te tocaba, carnal.

2: Medal of Honor: Warfighter

¿Saben qué tienen en común Animaniacs y Medal of Honor? Ambos fueron producidos por el mismísimo Steven Spielberg. Durante muchos años, esta franquicia fue una de las favoritas de todos los fans de los FPS y los juegos de guerra. Nos ha regalado joyotas como el original o Allied Assault, que moldearon lo que todo título bélico debe tener.

Estas entregas fascinaron a muchos a principios de los 2000, por lo que EA no dudó en exprimir la franquicia cual limón de taquería. Muchos de sus juegos fueron muy buenos, pero otros sólo sirvieron para rellenar el calendario anual. Aún así, nada fue lo suficientemente malo como para destruir Medal of Honor… hasta que llegó Warfighter.

Este festival de bugs fue la gota que derramó el vaso, e hizo que los fans alzaran la voz y le pidieran a EA más calidad para Medal of Honor. El terrible desempeño de Warfighter en todas las consolas, su campaña aburrida y plana y el multijugador poco innovador y pulido hicieron que la franquicia entrara en una hibernación que al parecer durará toda la vida.

Parece que EA se olvidó por completo de que esta franquicia revolucionó al género en sus inicios, porque es imperdonable que hicieran algo tan mediocre y olvidable. De mostrar varios elementos nuevos y emocionantes en cada entrega, pasaron a ser muy conformistas. El diseño de los mapas es la muestra perfecta, ya que es más flojo que la persona que diseñó la bandera de Japón.

El mundo y las tendencias cambian, por lo que pensamos que un Medal of Honor en el presente es innecesario, a menos que EA aprenda de sus errores.

1: eFootball

Durante la primera mitad de los 90, los únicos juegos de fútbol en el mercado eran los FIFA de EA y MegaMan Soccer, pero en 1996 todo esto cambió cuando Konami lanzó al mercado Winning Eleven, franquicia compitió contra EA. Sorpresivamente, fue un éxito, así que la empresa continuó con ella hasta que eventualmente llegó la catástrofe.

Winning Eleven en 2001, cambió de nombre a Pro Evolution Soccer, o PES pa los cuates, y se enfocó en ser un juego más realista, lo que vio mejorar mucho su jugabilidad y simulación. El resultado fue tan bueno, que PES tuvo más ventas que FIFA en 2006 y 2007. Pero para la séptima generación de consolas, la franquicia de Konami fue superada ampliamente por la de EA, y desde entonces se ha alejado de ella en cuanto a ventas.

Por eso, en 2021 decidieron darle un giro total, y lo renombraron eFootball. Su atractivo principal era el uso del Unreal Engine como motor principal para los movimientos y expresiones de los jugadores. También reunió a los mejores jugadores del mundo para promocionarlo (bueno, nomás les faltó llamar al Shaggy Martínez) y hacer que la gente se interesara por él.

Su campaña de publicidad fue muy atractiva, y lo mejor es que el juego sería gratuito, así que todos estábamos listos para descargarlo el día de su lanzamiento. La fecha llegó, y cuando lo probamos notamos que era peor que el olor del tercer piso de la Frikiplaza. Seguramente usaron un Unreal Engine que sacaron de una caja de cereal, porque los rostros de los jugadores, sus movimientos y los constantes bugs y glitches hacen injugable eFootball.

Al Bicho lo convirtieron en El Cricko. Messi parece que está a punto de convertirse en Gollum. Es tan desastroso, tanto visual como técnicamente, que es la entrega peor calificada en la historia de Steam. La franquicia sigue viva, y prometió varios parches para arreglar su error, pero creemos que no se levantará de este tremendo KO. La lección para Konami, y para la mayoría de los juegos de esta lista, es que no trates de arreglar algo que no está roto.