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Hoy en la mañana, reviso el twitter como manda el ritual mañanero y me encuentro con la noticia del día: “El Wii U abandonado por Nintendo” o al menos es lo que puedo interpretar al leer entre líneas. Es difícil culpar a la consola en sí por su fracaso, fueron muchas malas decisiones a su alrededor, la consola no tuvo la culpa de ser mal bautizada, mal enfocada, mal vendida, en fin, podía escribir muchas páginas acerca de las cosas que salieron mal en el Wii U.
Aún recuerdo la noche en que la Wii U llegó a casa a inicios del 2014, en realidad era una sorpresa para mis hijos. Todos en casa lo amamos de inmediato, incluso mi esposa que no es muy aficionada a los videojuegos estaba encantada. Y como no estarlo: New Super Mario Bros U, Super Mario 3D World, Nintendoland, Pikmin 3, Lego City Undercover, la pasamos muy bien.
En casa yo soy el que me gasto los juegos más rápido y pronto me quedé sin contenido, fiebre al Fifa y franquicias rated “M” tuve que recurrir a mi 360 y PS3 para saciar la sed de juegos. El problema del Wii U no es que sea una mala consola, sino que NO cumplió con quienes exigimos grandes cantidades de contenido al que nos tenían acostumbrados el PS3 o el 360, sin embargo, el Wii U siempre podrá presumir de sus grandes juegos, fueron pocos, pero muy buenos, incluso me atrevo a afirmar que tiene más y mejores exclusivos que las consolas de actual generación (PS4, ONE).
Si tuviera que describir al Wii U lo haría en esta frase: “Los mejores momentos de la vida, siempre son breves” y es que la pasamos muy bien. Siempre voy a recordar con mucho cariño que New Super Mario Bros U es el primer juego que pasé completo con mis hijos en coop, jugar Super Mario 3D world y tener la misma emoción como si estuviera en la época de Super Mario 64, las partidas hasta la madrugada de Mario Kart 8 en línea con mis primos, enamorarme otra vez de mi preciosa Bayonetta, dar gracias por la vida de Hideki Kamiya al finalizar The Wonderful 101, lo hermoso que se ve Wind Waker en HD, el reto implacable en Donkey Kong Country Tropical Freeze, incluso la satisfactoria Trilogía de Metroid Prime que la jugué hasta en Wii U, trolear a los niños japoneses en Splatoon, decenas de horas bien invertidas en el precioso planeta Mira hasta sentír que también era mi hogar ficticio, disfrutar con mis amigos en casa con Super Smash Bros y gritar como niña adolescente cuando anunciaron a Cloud, Ryu y Bayonetta en DLC, pero sobre todo, la oportunidad de crear mi propio juego de Mario. Lo primero que hice al recibir Mario Maker fue crear 8 mundos de 4 niveles cada uno, por fin después de tantos años pude interpretar lo que siempre quise que fuera Mario.
No todo ha sido malo y a pesar de sus carencias el Wii U valió cada centavo que invertí en él, me duele que lo abandonaran de forma tan abrupta, aún me quedan algunos juegos por comprar, pero no estoy seguro de hacerlo.
Conservaré mi Wii U por todo lo que me dio, le tengo un enorme cariño a la consola y un enorme resentimiento a Nintendo quien una vez más no pudo sacar todo el potencial de su propia consola, el Wii U le quedó grande a Nintendo, no pudieron con ella.
RIP Wii U y muchas gracias por todo.
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