ESTUDIO: jugar demasiado afecta percepción de la realidad

Quien ha escapado de la policía en Grand Theft Auto IV, subiendo a las aceras, atropellando a cualquier cantidad de gente y chocando sin parar, bien sabe que puede resultar ligeramente confuso conducir un auto real inmediatamente después. Los psicólogos han notado esta situación, a la cual han bautizado como Fenómeno de Transferencia de Juego, misma que no sólo es propia de GTA, sino del acto mismo de jugar por lapsos prolongados, así lo revela un estudio reciente a publicarse en el Diario Internacional de Comportamiento Cibernético, Psicología y Aprendizaje.

Investigadores de las universidades de Nottingham Trent y Estocolmo tomaron a un grupo de más de cuarenta entusiastas de los videojuegos entre 15 y 21 años, a quienes efectuaron una detallada entrevista con respecto al fenómeno de transferencia.

Los resultados fueron interesantes. Uno de los efectos más recurrentes de jugar por mucho tiempo fue el reflejo de presionar botones aun cuando no se tiene un control en las manos, pero otros sujetos también afirmaron ver barras de vida sobre la cabeza de la gente, menús o simplemente experimentar una percepción alterada de la realidad, acotada por ilusiones ópticas o sensaciones atípicas.

Aunque perturbador, lo expuesto también tiene un lado claramente positivo. La mitad de los entrevistados sostuvo que elementos de corte lúdico les ayudan a resolver problemas en el día a día.

“El estudio del fenómeno de transferencia, aunque basado en un pequeño número de jugadores, demostró que jugar intensamente puede suscitar reacciones automáticas,” concluyó Angélica Ortiz, coautora del informe.

En el entendido de que algunos lectores puedan tomar esto como un ataque más a los videojuegos, cabe destacar que en ningún momento se efectuó una valoración moral del fenómeno, ya sea atribuyéndolo a situaciones de agresión o casos criminales y, por otro lado, los entrevistados también señalaron que la transferencia tiende a desaparecer al jugar menos.

Como suele ocurrir con esta clase de documentos, queda pendiente aclarar si el perfil de cada persona, de antemano predispone a dicho fenómeno, detalle que también resulta de vital importancia para evitar generalizaciones o prejuicios. Al margen de esto, vale enfatizar que todo exceso tiene consecuencias.