El mes pasado Dominic Wheatley tomó el puesto de director general en Kuju Entertainment, y desde entonces la compañía oriunda de la República Checa se sometió a una serie de cambios administrativos y revisiones corporativas con los que se intenta desechar el excedente operativo que no ha rendido cuentas saludables, incluido el generado por Vatra Games, estudio que ante la mala recepción de su más reciente título, Silent Hill: Downpour, parece no haber dejado contento a su dueño.
Wheatley comenta en un comunicado oficial que la nueva administración está conduciendo una revisión estratégica de todos los aspectos corporativos, y como parte de ese proceso aún en curso, se analizarán todas las actividades de negocios incursionadas por Vatra Games, sin embargo, no se han tomado decisiones definitivas, y no se tomarán hasta definir la situación en que se encuentra el estudio.
Vatra Games se estableció en 2009 con integrantes de Illusion Software y colaboradores de 2K Czech autores de Mafia, con la intención de enfocarlo en juegos de corte hardcore. Desde entonces los directores de la compañía aseguraron un acuerdo con Konami para desarrollar Silent Hill: Downpour y otro proyecto que tendría un acercamiento similar a God of War. Es difícil saber si será el fin para este estudio checo, la única certeza es que no se trata del único caso en la industria, y cada vez son más las compañías de mediano tamaño que se atienen a dificultades ante los altos costos de desarrollo y las bajas ventas.
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