Con la desaparición de THQ, Vigil Games se extinguió junto con la posibilidad de ver más títulos de Darksiders. Con eso en mente, Joe Madureira, exdirector creativo del difunto estudio, decidió develar lo que pudo haber sido la tercera iteración de la franquicia.
Siempre fue nuestro deseo desarrollar un juego cooperativo para 4 jugadores, con los 4 Jinetes [del Apocalipsis] jugables. Es posible que lo hubiéramos hecho; me hubiera gustado introducir a Fury y a Strife. Sé que muchos fans se sintieron robados porque nunca pudieron jugar con los últimos Jinetes, comentó Madureira.
El desarrollador señaló que la historia pudo suceder en el infierno, donde los 4 Jinetes enfrentarían a muerte a Lucifer para luego llevar la batalla al Charred Council con el fin de obtener su libertad: Material épico. También hubo una idea loca para hacer una historia tipo occidental en la que los Jinetes son mortales después del renacimiento de la humanidad; una especie de futuro alterno. Pero la idea no llegó muy lejos.
Las ambiciones que Vigil tenía para Darksiders III eran enormes; tanto que la actual generación de consolas no bastaba para cumplir sus objetivos: Nuestra mayor limitante siempre fue el alcance, el tiempo y el dinero. Pienso que hubiera sido difícil, sino es que imposible, lograr que 4 jugadores corrieran simultáneamente y que los niveles mantuvieran la calidad gráfica que logramos. Así que, para el siguiente [juego], si hubiéramos introducido cooperativo, nos hubiéramos beneficiado del poder de la siguiente generación de consolas.
Pero Darksiders no está acabado; como muchos sabrán, hace poco Nordic Games adquirió los derechos de la franquicia. Al respecto, Madureira no sabe qué pensar sobre dicho estudio europeo; no descarta la posibilidad de trabajar con ellos para liderar nuevamente la franquicia, pero si lo hace, las cosas no serían iguales.
Respecto a esto, declaró: Me encantaría ver a Vanillaware hacer un sidescroller en 2D de Darksiders. Para ser honesto, no estoy seguro de cómo me siento con la compra de Nordic. De alguna forma tengo que tener la actitud de esperar y ver, como muchas personas seguramente hacen. No estoy seguro si quiero involucrarme o no con eso. Mucho del amor que tengo por la IP está atado con las personas que tuvimos en el estudio y las cosas que creamos juntos. Pero aprendí a nunca decir nunca; si está bien y tengo tiempo, lo consideraré, pero mi involucramiento no podría ser lo que fue antes. Por ahora, me concentro en nuevas cosas, concluyó.
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