Phil Spencer, cabeza de los estudios Microsoft, reconoció en una entrevista con la Revista Oficial de Xbox en el Reino Unido que la compañía consideró seriamente remover el lector de discos del Xbox One a mediados del año pasado, pero la retroalimentación de la gente, el tamaño de las descargas y el ancho de banda terminaron por impedir que se concretara dicha idea.
"Obviamente, luego del anuncio y el E3, hubo retroalimentación sobre lo que la gente quería cambiar.", explicó Spencer. "Hubo una verdadera discusión sobre si debíamos tener un disco óptico en el Xbox One o si podíamos salirnos con la nuestra con una consola sin discos, pero cuando ves el ancho de banda y el tamaño de los juegos, realmente crea problemas.", añadió.
De modo que la compañía optó por el Blu-ray y cobijo al sistema con un ecosistema digital donde se rescataron las ideas originales.
Luego del accidentado anuncio en mayo y el revés que propinó Sony a Microsoft en el E3, lanzar la consola sin lector de discos hubiera sido un auténtico suicidio. Quizás el futuro digital es realmente inevitable, pero a diferencia del musical, el mercado de los videojuegos aún no está listo para la transición completa.
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