Aunque todavía no ha sido anunciado el nuevo Xbox, Jonathan Blow, desarrollador independiente responsable por el innovador juego de plataforma, Braid, no está conforme con lo que ha escuchado sobre el aparato, y como ya de antemano había tenido una relación turbulenta con Microsoft, preferirá sacar su nuevo juego, The Witness, primero en PlayStation 4.
Para mí, ellos hablan de una consola que no se enfoca estrictamente en juegos, dijo Blow. Trata de ser el centro de la sala, con lo que no tengo ningún problema y quizá sea lo correcto para Microsoft desde la perspectiva de los negocios. No sé; yo no creo que sea lo correcto, pero seguramente ellos ya lo pensaron más que yo, agregó.
He tenido un mal rato trabajando con Microsoft en el pasado. Quizás no súper malo, pero moderadamente malo en términos de relaciones de negocios, continuó el desarrollador. Otros desarrolladores, amigos míos, han tenido un momento horrible, así que la idea de firmar con Microsoft otra vez no es algo que haya descartado, pero hay algo de miedo de hacerlo de nuevo. No siento lo mismo con Sony. Quién sabe, quizá resulte igual de malo al final. Pero no lo creo.
Microsoft ciertamente ha trabajado para convertir al sello Xbox en sinónimo de entretenimiento más que sólo de videojuegos casi desde que lanzó su primera consola, y con el Xbox 360 maduró este concepto integrando múltiples ofertas de video y audio para el dispositivo aderezadas con Kinect. Ahora bien, de ahí a que la nueva consola vaya a descuidar a los videojuegos hay un trecho importante. Faltan muchos detalles por conocer. Más bien pensamos que Blow sí quedó muy inconforme en su relación de negocios con Microsoft, y no es la primera vez que escuchamos quejas de esta naturaleza.
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