Quizás el enorme éxito de sus juegos provocó que Rovio, la compañía detrás del popular juego Angry Birds, sobrestimara sus capacidades financieras, por lo que ahora se ve forzado a despedir a 260 empleados.
El objetivo del recorte de personal es que la compañía sea más pequeña y, por lo tanto, más rentable. Cabe señalar que sus ganancias no se han incrementado conforme a su crecimiento, y las ventas de sus últimos productos no están igualando el éxito del principio.
Las áreas afectadas se encuentran en todos los niveles y departamentos de la empresa; sin embargo, el único equipo que no sufrirá modificaciones es el que trabaja con Sony en la realización de la película Angry Birds Movie.
A pesar de que difícilmente igualará lo que logró con el primer Angry Birds, la segunda entrega de la franquicia se encuentra en el lugar número 13 de descargas, lo cual sigue sin ser del todo halagador, si se estiman las enormes cantidades de dinero que Rovio invirtió en ese proyecto.
¿Podrá esta compañía renacer de sus cenizas y triunfar de nueva cuenta en el complejo universo de los videojuegos?
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