Kirby no es un personaje premeditado. En Kirby's Dream Land, primer título en el que aparece, trabajaron durante gran parte del desarrollo con un protagonista temporal de rasgos sencillos mientras ideaban algo más complejo que ocupara su lugar. Sin embargo, el equipo de HAL Laboratory se encariñó tanto con el sustituto —una mera bola con ojos y piernas— que decidieron dejarlo en la versión final. De forma similar, Kirby Triple Deluxe parece, en múltiples niveles, un esfuerzo elaborado con prisa, para llenar un lugar que luego será ocupado por un trabajo más pulido; por desgracia, en este caso sí extrañamos ese esfuerzo extra de los desarrolladores, pues resulta difícil encariñarse con algo que carece de encanto.

Únicamente hablo en términos de diseño de niveles y de sistema de juego. La dirección de arte, los escenarios, los enemigos, las animaciones y el sonido de Kirby Triple Deluxe son fantásticos. Sin duda alguna, la mayor cantidad de esfuerzo de desarrollo fue gastada en decorar los escenarios. El problema, por desgracia, no está en la cobertura del título, sino en lo que habita debajo. El esqueleto tiene fallas graves: el diseño de niveles es simplón (aunque lo disfrazan con muchos saltos entre el plano delantero y trasero), los enemigos son demasiado fáciles, las otras modalidades pecan de insustanciales y la ausencia total de desafío emboba la experiencia hasta el punto de producir somnolencia.

Hay 5 modalidades: Story Mode, Kirby Fighters, Dedede's Drum Dash, The Arena y Dedede Tour! Sólo el primero y el último poseen la profundidad necesaria para ser sustanciales; no es sorpresa para la franquicia, sin embargo, la presencia de minijuegos que aderecen la experiencia principal. Lamentablemente, no encontrarán aquí algo tan entrañable como el Megaton Punch Championship de Kirby Super Star.

El modo Arena es ya un veterano de la franquicia y, como seguramente sabes, consiste en enfrentar en una secuencia casi ininterrumpida a todos los jefes. Es una lástima que en Triple Deluxe sean tan fáciles, pues eso provoca que la modalidad pierda sentido, expectativa por avanzar y se sienta desangelada en general.

Dedede's Drum es una especie de side-scroller musical en el que controlaremos, como su nombre lo indica, a Dedede con el objetivo de ayudarlo a rebotar en plataformas tambor al ritmo de la música. Para lograrlo, precisarás evitar enemigos y recolectar ítems que te ayudarán a seguir el ritmo de las canciones. No es un sistema de juego malo, pero tampoco brillante, y su curva de aprendizaje es suficientemente deficiente como para matar el interés por superar la barrera inicial de dificultad.

Kirby Fighters, igual que Dedede's Drum, es un minijuego nuevo para la franquicia. Aunque Sakurai, creador de Kirby y de Smash Bros., no participó de forma activa en el desarrollo de Triple Deluxe, es difícil no relacionar ambos títulos, pues su dinámica es muy similar. Aquí hasta 4 jugadores pueden enfrentarse de manera local (ya sea que tengan su propio cartucho o por medio de la función Download Play) hasta que sólo uno permanezca de pie. El resultado es divertido hasta que (rápidamente) pierde la novedad.

Story Mode constituye la experiencia principal. Dura aproximadamente 7 horas. Como es costumbre en los juegos de Kirby, tendremos la capacidad de inhalar enemigos, patear, flotar y también cubrirnos —una habilidad que regresa de Kirby's Return to Dream Land y los títulos de Kirby Super Star. También hay habilidades de enemigos y mecánicas, como el uso de llaves, que reaparecen de entregas anteriores. Por otro lado, no hay ningún aporte sustancial a la franquicia, salvo secciones con paredes mágicas que despojan temporalmente a Kirby de sus poderes y cajas de teletransportación.

Una vez que termines la aventura, tendrás acceso a Dedede Tour! Aquí podrás repetir el modo principal, pero controlarás a Dedede y te toparás con jefes especiales, menos ítems para recuperar vida y carecerás de la habilidad de absorber poderes de los enemigos. Durante todo el recorrido utilizarás el martillo del principal antagonista de la franquicia.

Kirby nunca ha destacado por ser una franquicia particularmente difícil o por presentar retos complejos; sin embargo, la delgada línea entre la sencillez y lo simplón es cruzada en Triple Deluxe. A pesar de los juegos entre el plano del fondo y el delantero (esto incluso destaca un poco más gracias al efecto 3D del 3DS), el diseño de niveles es mayormente lineal (aunque esto sea disfrazado con recursos como puertas y cañones que te disparan por los aires) y el combate también carece de sustancia. Hay un montón de habilidades para Kirby y, por desgracia, sólo son útiles en las batallas con los jefes; fuera de ese contexto, carecen de sentido y relevancia, pues hay pocas situaciones en las que un power up es más útil que otro.

Mencioné al comienzo de la reseña que, a pesar de que el esqueleto del juego era enclenque, estaba recubierto por un buen trabajo gráfico y sonoro: al subir a una estrella, Kirby da vueltas graciosamente por el escenario y en los niveles hay una constante interacción entre sus planos. Por desgracia, la llaneza del sistema de juego produce la sensación de que lo más genial del título ocurre en el escenario y no cuando estás controlando al personaje. Kirby, además, es lento y difícil de maniobrar. No me refiero, por supuesto, a las características intrínsecas del personaje, sino a que me ocurría con frecuencia que deseaba correr pero el personaje sólo caminaba. El control no está calibrado de forma correcta.

A lo anterior añadan mecánicas extrañas y decisiones cuestionables de diseño. Por ejemplo, si en cierta pelea con un jefe mueres más de 2 veces, aparecerán automáticamente unas plataformas que te facilitarán el combate. También hay secciones en las que deberás girar el 3DS para mover un carrito. El ejercicio me pareció irrelevante, innecesario y torpe. En otras ocasiones, el título introduce acertijos que es necesario resolver. Casi todos están relegados a secciones en las que Kirby adquiere la habilidad de inhalar con mucha fuerza. Por desgracia, más que un reto, pues es fácil adivinar su solución desde el comienzo, se transforman en otra tarea que cumplir.

Kirby Triple Deluxe, sin duda alguna, está dirigido a un público infantil; sin embargo, no considero que ello constituya un pretexto suficiente para presentar un producto simplón, con evidentes problemas de diseño (como la ausencia total de reto) y con minijuegos que hubiera sido mejor omitir si restan tiempo valioso de desarrollo, que sería mejor empleado en la experiencia principal. Aunque el título continúa las tendencias de la franquicia, no aporta algo sustancial a la fórmula ni se esfuerza por representar de forma digna sus paradigmas. El resultado es un título que viste su mediocridad bajo un manto de buen diseño gráfico; sin embargo, con suficiente agudeza podremos percatarnos que el rey está desnudo.