En este mundo hay 2 tipos de personas: las que ven One Piece y viven con la esperanza de ver el final algún día y las que de plano saben que existe la serie, pero que por su duración, no se atreven a verla. Ahora, ¿hay algún otro medio para ponerse al día con esta obra original del mangaka Eichiro Oda? Sí y se llama videojuegos. A través de las distintas entregas que han salido de Pirate Warriors y, ahora con Burning Blood, es posible conocer la historia de One Piece. Tal vez sea un modo superficial y no se compare con la presentación original o el color del anime, pero es tal lo que se puede lograr con un juego de video, que disfrutarlo en él, también resulta un deleite.

Conociendo este detalle, ¿para qué clase de jugador es One Piece: Burning Blood? Lo primero que creo es que está pensando para aquellos que soñaron con un juego de peleas basado en la serie; con muchos personajes, acción y fan service. ¿Cumple con este cometido el título desarrollado por el equipo de Spike Chunsoft? Sí, pero con un costo muy alto para los que no van al día con One Piece, en especial porque la campaña tiene por escenario principal uno de los momentos más memorables que ningún fan ha podido olvidar.

De ahí en fuera, ¿qué ofrece One Piece: Burning Blood? ¿Tiene algo extraordinario o es sólo un juego más basado en un producto popular?

Lo primero que debes saber es que este título contiene varios modos de juego: campaña, peleas locales, en línea, retos y demás. En otras palabras, por contenido básico, ocioso y avanzado, no para. Siento que esto es positivo, en especial cuando últimamente se paga mucho por un juego en Latinoamérica. Ojo, esto no quiere decir que One Piece: Burning Blood sea un éxito instantáneo, pero si eres de los que busca mucho en un juego, lo encontrarás.

¿Tiene algo extraordinaria o es sólo un juego más basado en un producto popular?

Al inicio vas a encontrar que One Piece: Burning Blood es un título con base en equipos de 3 personajes. Cada uno tiene un golpe débil y uno fuerte, así como un botón para defenderse y otro para saltar. La mecánica es muy sencilla y parecida a J-Stars Victory Versus. El desarrollo de los combates se lleva a cabo en enormes campos basados en la serie y todos cuentan con un obstáculo muy fácil de derribar, como una espada gigante o una piedra. Los encuentros, al menos los de la campaña, tienen un tiempo límite de poco más de 200 segundos, eso significa que los combates pueden durar mucho tiempo.

Si bien el concepto puede sonar muy básico, la realidad es que se torna más complejo de lo que aparenta. Cada peleador tiene 3 ataques especiales con diferente intensidad; el más fuerte es el que más daño causa y más espectacular se ve. Por ser un título muy defensivo, también tienes una combinación de botones que sirve para romper la guardia del rival. Igual, una es más lenta y letal que la otra. A eso hay que añadir que, conectando ataques, es posible llenar una barra que sirve para estallar un poder especial. El ejemplo más claro es el de Luffy, que cambia Gear para atacar al rival. La cereza del pastel dentro del combate se encuentra en cómo se combinan estos elementos con los demás peleadores de cada equipo, si bien pueden tener entradas sencillas para tomar el lugar del personaje con menos salud, también pueden participar directo en el combate generando combinaciones de ataques o defendiendo alguna estocada enemiga. Lo importante es sacar ventaja de todas las posibilidades a través de las distintas características que ofrece el gameplay.

La campaña es uno de los pilares más importantes de One Piece: Burning Blood, ya que es donde se aprenden los conceptos básicos del juego y se conoce la terrible historia del arco de Marineford. Ves desde 4 ángulos distintos una de las historias más importantes de todo One Piece. ¿Por qué elegir esta violenta saga que genera una guerra con tantas bajas entre marinos y piratas? Porque es aquí donde los protagonistas de este arco demuestran su verdadera fuerza y se ayudan los unos a los otros, detalle que deja firmes los cimientos para este juego.

Algo que hay que destacar del modo campaña es que su presentación visual no pudo ser mejor, es como una combinación entre el estilo del anime con el del manga. Los colores, dada la situación de la historia, son fríos y te harán sentir que estás participando en un momento desesperado del cual las cosas no saldrán muy bien que digamos. Las animaciones prerendereadas, la actuación de voz y diálogos, son fieles a One Piece y eso es clave para que Burning Blood tenga un valor extra para los fans. Se ve una inversión real en este apartado, además de que no abusaron de imágenes estáticas que son usadas para complementar la narración de la historia.

El problema está en que el material de las animaciones se recicla. Lo que viste durante la campaña de Luffy, es probable que lo veas también en la de Shirohige (Whitebeard o Barbablanca, como gustes llamar), igual que en la de Akainu o Ace. Aquí, siento que se pudo haber hecho un poco más para vivir los emocionantes momentos del arco de Marineford.

Spike Chunsoft necesita desarrollar un poco más las mecánicas de juego para volver al título mucho más atractivo

Por otro lado, la dificultad de las batallas en el modo de campaña es, tal vez, demasiado alta; tanto, que llega a frustrar. La inteligencia artificial del rival en turno no se anda con tonterías y lanza la ofensiva de inmediato, aparte de que tiene un nivel mucho más alto al del personaje que controles. Esto debe darte una idea de que la gran mayoría de los combates merecen un tratamiento de jefe final, así que en más de una ocasión tendrás que repetir después de una derrota o regresar a un momento previo para elevar el nivel del peleador en turno.

Es muy importante conocer todo lo que pueden hacer los protagonistas del juego, ya que cada uno tiene un enfoque diferente, por ejemplo: Luffy es de corto alcance, pero tiene un movimiento que lo acerca al enemigo dando un cabezazo. Del lado de Ace cuentas con ataques para mantener la distancia y alejar al enemigo que se acerque. Hasta Ivankov tiene un modo muy especial de combate que es difícil de dominar, pero que al lograrlo, otorga grandes dividendos a quien lo usa.

Algo de lo que te darás cuenta durante las campaña, es que no se saca verdadero provecho al modo de juego por equipo en el que se cimenta One Piece: Burning Blood, es más, estarás en más situaciones de desventaja a la hora de seguir la historia, incluso cuando controlas a Sakazuki, al que por lo general acompañan Kuzan y el molesto Borsalino. Tocando el tema de la historia, está contada de una forma muy compacta, tanto, que los fans de One Piece se percatarán de que faltan algunos detalles, como el momento en que Luffy es detenido por su abuelo antes de tratar de salvar a Ace.

Fuera de la campaña, One Piece: Burning Blood cuenta con modos para todos, desde los que gustan jugar en línea hasta los que disfrutan perder el tiempo viendo a detalle los diseños de los personajes y los videos de las animaciones de la campaña.

Del lado del modo en línea tienes la oportunidad de luchar en duelos amistosos o de clasificación. Aparte, puedes cambiar el título que acompaña a tu username, así como usar el emblema pirata que más te guste. Si piensas que esto es muy simple y aburrido, entonces elige Batalla de banderas piratas. Aquí podrás escoger un bando y zarpar a mar abierto para luchar contra otros jugadores que representan a otros piratas y así demostrar cuál grupo es el más dominante en el mar.

Por otra parte, ¿cómo se obtienen los más de 40 peleadores que están en One Piece: Burning Blood? Después de pelear tantas veces y repetir combates en la historia, podrás pasar a Base pirata donde creas tercias y desbloqueas luchadores, sólo que por un precio que tal vez no parezca tan justo, porque debes dedicar mucho tiempo para obtener la cantidad necesaria para desbloquear a todos. Lo bueno es que de toda la alineación de personajes, el único que se repite es Luffy, con una versión de hace dos años y la actual. ¿La diferencia? Los ataques especiales y la apariencia básica. También puedes desbloquear personajes de apoyo que sirven cuando juegas solo y nada más quieres una habilidad como ayuda en el combate, como que no te saquen volando tan lejos después de defender o llenar más rápido el medidor ardiente. Lo mejor de todo esto es que puedes disfrutar la variedad de personajes que hay en el mundo de One Piece y eso es un detalle que los fans de la serie agradecerán.

Por si eres de los que gustan jugar a solas, está el modo de Duelo de SE BUSCA (así como leíste). Aquí se presentarán varios carteles de equipos de personajes que cuentan con un detalle muy peculiar: estrellas que dicen que tan difícil es derrotarlos. Entre más tengan, la misión se podrá tornar imposible. Empiezas con el entrenamiento de novia, eliges un cartel, obtienes puntos piratas y un premio en Belis. Esto sirve para que, eventualmente, desbloquees más personajes. Cuando acabes con todos los equipos, desbloquearás más retos. A eso debes añadir la posibilidad de luchar contra carteles semanales con peleadores muy duros donde recibirás recompensas.

La presentación de One Piece: Burning Blood es buena sin la necesidad de ser extraordinaria. Hay buenos gráficos y música acorde a la aventura de la serie, así que no pasa algo más bajo este apartado. No es que no se hiciera algo más por el juego, pero tal vez fue el límite al que se enfrentaron durante el desarrollo y debieron enfocarse en otras cosas mucho más importantes. Eso sí: agradezco la posibilidad de jugar en Japonés con subtítulos en español.

Las mecánicas de juego son sólidas, pero no perfectas, no se parece a los juegos de Naruto, tampoco es una vil copia de J-Stars, pero falta algo que haga que se sienta distinto a todo lo que conoces, y bien o mal, ese detalle que convence a la hora de disfrutar un juego, si ya jugaste entregas parecidas.

One Piece: Burning Blood me dejó con un sabor de boca diferente. Me puso triste ver de esa forma el arco de Marineford, en ningún momento me sentí recompensado porque, a final de cuentas, el desenlace no es positivo (disculpa si sientes que digo un enorme spoiler), pero al mismo tiempo, creo que esto genera que Burning Blood se vuelva una franquicia y sea a través de juegos de pelea que la historia de One Piece pueda ser contada. No hay un indicio claro de que así sucederá, pero al menos eso espero.