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Fue durante el E3 2018 cuando Square Enix nos sorprendió con el anuncio de BABYLON’S FALL, un nuevo juego de acción hack and slash desarrollado por Platinum Games. Los meses pasaron y los detalles sobre el proyecto eran escasos. Fue hasta el E3 de 2021 cuando se confirmó que sería un juego como servicio, noticia que decepcionó a la comunidad.

No obstante, nunca es bueno juzgar un libro por su portada, motivo por el que le brindamos el beneficio de la duda a BABYLON’S FALL. Ahora que ya lo pude jugar, sin embargo, me entristece confirmar que la comunidad tenía razón al estar preocupada. Te lo adelanto ahora mismo: este juego es una completa decepción.

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• PlayStation 4
• PlayStation 5

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ÁBRETE PASO POR LA TORRE DE BABEL

Fiel a la filosofía de Platinum Games, BABYLON’S FALL nos presenta un combate trepidante que, pese a su simpleza, puede llegar a ser divertido y apantallador. Pelear contra oleadas de enemigos es, en su mayoría, satisfactorio debido a la velocidad con la que se desarrollan los combates y lo responsivo de los controles; casi siempre te sentirás poderoso y en control.

A lo largo de nuestra travesía podremos usar escudos, espadas, martillos, arcos y báculos. Lo realmente interesante es que podremos equiparnos con 4 de estas armas al mismo tiempo, por lo que explorar diversas combinaciones para encontrar nuestro estilo de juego será lo que nos mantendrá enganchados en la aventura.

Esa es posiblemente la fortaleza más grande de BABYLON’S FALL: la personalización de nuestro estilo de juego. Por ejemplo, podemos crear combinaciones comunes como 4 espadas o 4 martillos, pero también optar por conjuntos poco ortodoxos como 4 escudos; claro… poco práctico, pero demuestra la flexibilidad del sistema.

En general, el combate es muy directo y presenta algunos destellos de grandeza que nos recuerdan que, en efecto, este es un juego de Platinum Games. Las armas espectrales que otorga el Gideon Coffin y que flotan sobre nuestra espalda son muy entretenidas de utilizar y creo que son uno de los sellos de identidad de la experiencia.

Los jefes principales de la campaña son otro de los puntos más altos de BABYLON’S FALL. Se trata de enfrentamientos contra enemigos de gran tamaño y aspecto imponente, todo muy apantallante visualmente. Estos enemigos finales también presentan las secuencias de batalla más interesantes porque tienen patrones de ataques que pueden llenar la pantalla de proyectiles al más puro estilo de un bullet hell. Así es, estas secuencias nos recordaron a la grandeza de NieR: Automata, sin ser las maravillas del juego de Yoko Taro.

UN COMBATE INTERESANTE, PERO INSÍPIDO A LARGO PLAZO

Pese a que el combate puede ser divertido y hasta adictivo, la triste realidad es que carece de evolución. Una vez que exploras todos los tipos de armas y coqueteas con todas las combinaciones posibles, rápidamente te das cuenta de que el sistema permanece estático.

Resulta decepcionante que los enfrentamientos sean iguales en la hora número 2 que en la hora 15; no hay combos a desbloquear ni conseguiremos nuevas habilidades que cambien radicalmente el ritmo de los combates. Está de más decir que esto hace que la experiencia se vuelva aburrida y monótona rápidamente.

BABYLON’S FALL no tarda mucho en convertirse en un machacabotones que no incentiva que mejoremos nuestras habilidades ni planeemos estrategias. Al final del día, superar las quest será pan comido siempre y cuando tengamos el nivel y equipo adecuado.

"BABYLON'S FALL es un juego de una sola nota"

Hay que considerar que estamos frente a un título cooperativo, lo que significa que podremos jugar hasta con 3 compañeros. Tristemente, esta modalidad ofrece combates muy caóticos y confusos, por lo que no vale la pena si consideramos que la única recompensa por jugar con otros usuarios es completar las quests más rápido y fácil.

También es posible jugar en solitario, aunque esto trae consigo su propia serie de problemas. Para empezar, nos demoramos más tiempo en completar las mazmorras, mientras que, en caso de no tener el nivel adecuado, enfrentaremos picos de dificultad muy pronunciados.

A todo lo anterior hay que sumarle la pobre inteligencia artificial de los Gallu, los enemigos que enfrentaremos a lo largo y ancho de nuestra travesía. Esos seres tienen comportamientos erráticos y se limitan a seguir simples patrones que podremos explotar con mucha facilidad. Por ejemplo, los arqueros no dejarán de disparar, incluso si estamos a poca distancia de ellos.

Desgraciadamente, el diseño de niveles acentúa incluso más la monotonía de los combates. La mayoría de las quest se desarrollan de la misma manera: recorrer un pasillo, llegar a un área repleta de enemigos y repetir el proceso varias veces hasta enfrentarnos a un subjefe; tras derrotarlo, la misión terminará y conseguiremos el loot.

BABYLON’S FALL intenta mitigar la repetición con secciones de plataformas, obstáculos ambientales y pequeñas desviaciones que nos recompensan con cofres ocultos que otorgan más loot. Sin embargo, estos segmentos no logran disfrazar el hecho de que, al final, lo único que estamos haciendo es ir del punto A al punto B.

Esta situación es palpable tanto en los niveles de la campaña principal como en los Skirmishes, niveles especiales que nos recompensan con recursos de alto nivel y planos que podremos emplear para fabricar mejores armas y armaduras.

Tras concluir la historia, entraremos directamente en el endgame. Es aquí donde se abren nuevas posibilidades que, desgraciadamente, no cambian radicalmente la fórmula. Para empezar, podremos acceder a los Sieges, misiones de alta dificultad donde intentaremos sobrevivir a oleadas de enemigos. Desgraciadamente, es más de lo mismo y lo único que ofrecen es loot raro y 2 nuevas divisas que podremos intercambiar en el mercader para, claro está, obtener mejor equipamiento.

La otra novedad es la capacidad de escoger hasta 3 modos de ataque para nuestras armas. Lo lamentable es que el impacto de estas modalidades en el flujo general del combate es minúsculo y no eliminan el sentimiento de monotonía, pues sólo incorporan pequeñas diferencias como causar más daño o tener más velocidad para extender ligeramente los combos.

BABYLON’S FALL SE TROPIEZA EN TODOS LOS APARTADOS

En BABYLON’S FALL nos pondremos en la piel de un Sentinel, un guerrero que tendrá que explorar los pisos de la Torre de Babel. El lore que envuelve el contexto es interesante, pero el juego no sabe explorarlo. En su lugar, nos presenta una historia simplona con personajes clichés que hacen gala de diálogos torpes y aburridos.

La campaña principal no tiene momentos memorables e incluso los giros de tuerca carecen de impacto. Sobra decir que no logras crear lazos emocionales con el reparto, por lo que olvídate de ver escenas épicas, emotivas o memorables. En general, es una historia cuya mejor virtud es ser inofensiva.

Ciertamente, el pobre apartado visual de la experiencia elimina el poco disfrute que el desabrido arco narrativo podría ofrecer. Durante los enfrentamientos, el juego luce bien e incluso nos presenta algunos ambientes y paisajes llamativos. Sin embargo, es durante las cinemáticas y secuencias de exposición donde podemos observar las más grandes fallas de BABYLON’S FALL a nivel técnico.

Los desarrolladores optaron por utilizar un estilo que buscaba imitar las pinturas de óleo que se empezaron a popularizar durante el siglo XV. Es una decisión artística muy interesante sobre el papel, pero que en la ejecución deja mucho que desear. Si bien luce mejor que en los primeros avances, el resultado final parece un simple filtro de Instagram que no logra disimular la pobre calidad de las texturas.

Por otra parte, algunas animaciones presentes en las escenas de exposición se sienten acartonadas y parecen extraídas de un JRPG de 2007. Eso sí, lo peor en el nivel audiovisual lo encontramos en las cinemáticas que intentan simular un cuadro de pintura, pues son secuencias animadas con imágenes estáticas que resultan sumamente incómodas por sus transiciones poco sutiles y repetitivas.

Finalmente, el juego tiene un Battle Pass y una moneda premium que podemos comprar con dinero real. Son elementos ambivalentes que no mermaron mi experiencia, pero seguramente su mera presencia enfurecerán a muchos usuarios.

En conclusión, BABYLON’S FALL es una completa decepción. El encanto inicial del combate se desvanece rápidamente y el diseño de los niveles no hace otra cosa más que alimentar el sentimiento de monotonía y aburrimiento. Esto es una verdadera lástima, pues creo que los conceptos del combate llegan a ser divertidos y la narrativa tiene potencial para destacar.

Sin duda, Platinum Games y Square Enix tendrán que hacer un esfuerzo monumental, quizás equivalente a escalar la Torre de Babel, si realmente desean rescatar este título del fracaso.

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