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Aunque la espera fue larga en relación al lanzamiento en 2009 en Japón y Europa, New Play Control! Pikmin 2 al fin llega a América para hacer gala de una de las experiencias más sofisticadas en el historial de Nintendo. Y es que esta segunda iteración es caso ejemplar de que las segundas partes pueden ser muy superiores a la idea original, ya que aún si conserva la mecánica base, todo recibió mejoras considerables, se expandió favorablemente y fue construido para ser más accesible, virtudes a las que se suma el que la navegación de la interfaz sea más natural y responsiva con el Wii Remote. Con base a dichas ventajas, es entendible que se hicieran cambios ínfimos de la versión de GameCube a esta reedición, sin embargo, no todo es perfecto, pues hubo un elemento que arrebata gran porción del entretenimiento.
Antes de abordar los pocos puntos negativos de Pikmin 2, hagamos un recorrido por todo lo que da renombre a este título, comenzando por el contexto argumental. A diferencia del primer episodio, el capitán Olimar ya no está atrapado en el planeta de los Pikmin, pero debe regresar a solicitar su ayuda, pues su contratista está en una recesión financiera y para salvar el negocio, requiere que el viajero intergaláctico reúna dinero, el cual casualmente puede fluir rápidamente con tesoros alojados en el mundo de los carismáticos protagonistas.
Así las cosas, aunque Olimar tiene de imposición trabajar sin cesar, ya no hay urgencia de escapar, lo que se tradujo en la eliminación de tiempo límite para completar las misiones. Dando contexto a este elemento, es necesario decir que entre las quejas más recurrentes con el primer Pikmin, la peor es que tenías sólo 30 días del juego (alrededor de siete horas reales) para terminar tus objetivos, y de no hacerlo tenías que empezar todo de nuevo; sobra decir que a muchos les sofocaba la imposición. Irónicamente, omitir la restricción de tiempo hizo que la experiencia de juego perdiera cadencia, y con ello el entretenimiento se viera reducido considerablemente. La razón radica en que al correr contra el reloj, debías tomar riesgos, pensar estratégicamente, tomar decisiones impetuosas, y en general, beneficiarte con una emoción que para esta versión de Pikmin 2, se convirtió en experiencia un tanto letárgica. En lugar de usar las unidades disponibles para avanzar lo más rápido posible, te sientes en confianza de construir un ejército sólido, y confrontar con comodidad cualquier reto. Es lamentable, pues una de las delicias de Pikmin como franquicia es enfrentarte a amenazas desconocidas y a sabiendas de que debes dar lo mejor de tu habilidad para cumplir con la expectativa de tiempo. Cabe dejar en claro que las misiones se conservan interesantes, pero la carencia de un mayor desafío cuarta su potencial.
Pese al poco valor agregado del Wii Remote, Pikmin 2 es uno de los títulos más sofisticados y entretenidos en la trayectoria de Nintendo, y el que se trate de una creación añeja, no significa que su mecánica se haya hecho obsoleta. Pero más allá de que el género de estrategia no ha tenido muchos exponentes en años recientes que compitan con el concepto de Pikmin, la idea sigue destilando originalidad por sí misma, con una calidad encomiable que a la fecha no desmerece con el resto del catalogo presente en Wii. Por supuesto, el lanzamiento tardío es sólo una estrategia bien pensada de Nintendo para que los nostálgicos nos enamoremos otra vez, y las nuevas audiencias se acerquen, todo en preludio al lanzamiento de Pikmin 3 para Wii U. Pero al margen de las teorías de conspiración, es una de las propuestas más interesantes que aunque remake, ayuda a dar buen cierre al ciclo de vida de la consola.
La cualidad de Pikmin 2 en comparación a su predecesor, es que puedes usar dos comandantes para liderar tus fuerzas, permitiendo que tu productividad se duplique, en tanto se reduce la necesidad de recorrer una y otra vez los mismos caminos. Es una evolución útil, ya que mientras uno realiza una serie de labores, puedes poner al otro con su propio escuadrón a cumplir otros objetivos. Tener liderazgo dual se presta para estrategias ingeniosas, en especial cuando hay colosales cantidades de objetos a recolectar, pero una vez más, la carencia de presión evita que tu creatividad se vea estimulada. Ambos capitanes son excelentes peleadores aún si no cuentan de apoyo Pikmin, tanto que puedes empujarlos a derrotar enemigos pequeños con tal de proteger a tus soldados más endémicos, aunque claro, cuando llega el momento de la verdad contra oponentes de mayor tamaño, las complicaciones obligan a usar las habilidades de cada uno de los miembros del escuadrón y para ello, hay diversas configuraciones.
Cada tipo de Pikmin tiene talentos específicos, hay unos que son resistentes al fuego y tiene gran poder de ataque, mientras otros son débiles pero muy veloces y son altamente venenosos para los enemigos. Identificar y aprender sus atributos es importante no sólo para librar los obstáculos que atraviesas en cada escenario, sino para hacerlo de la forma más eficiente, pues aún si la campaña prescinde de tiempo límite, Pikmin 2 cuenta con una modalidad de desafío con sus propios niveles especialmente diseñados para que compitas contra el reloj. En estos entornos encapsulados deberás organizar un equipo de soldados Pikmin para recolectar objetos posicionados aleatoriamente. Es un modo frenético que demuestra el completo potencial del juego y es tan entretenido que basta para justificar la existencia de la propuesta. Pero más allá, hay otra modalidad que lleva el frenesí a un nuevo nivel: la competitiva.
Sin apelar a mayor ingenio que una partida de capturar la bandera, el modo competitivo de Pikmin 2 orilla a que dos jugadores hagan malabares para amasar sus fuerzas rápidamente, protejan su tesoro, y avancen entre peligrosos parajes que pueden acabar con sus soldados con la misma letalidad del ejército contrario. Sea que lances un ataque frontal tras reunir vastos recursos, o uses tácticas más sutiles para frenar el avance del otro jugador, saboteando sus esfuerzos, esta vertiente del juego es un deleite, gracias a la accesible estrategia en tiempo real.
Una vez que recolectas 10,000 Pokos, la unidad de moneda en el planeta hogar de Olimar Hocotate, puedes regresar a cada escenario para recolectar los objetos que te faltaron o explorar secciones que no viste. La recompensa no es muy significativa, pero es aliciente para los que gustan de completar a 100% cada juego que tocan, pues toda criatura nueva que encuentres se suma a la Piklopedia, un zoológico virtual, entretanto, los objetos se registran en la bitácora del protagonista, con jocosas notas incluidas.
Pese al poco valor agregado del Wii Remote, Pikmin 2 es uno de los títulos más sofisticados y entretenidos en la trayectoria de Nintendo, y el que se trate de una creación añeja, no significa que su mecánica se haya hecho obsoleta. Pero más allá de que el género de estrategia no ha tenido muchos exponentes en años recientes que compitan con el concepto de Pikmin, la idea sigue destilando originalidad por sí misma, con una calidad encomiable que a la fecha no desmerece con el resto del catalogo presente en Wii. Por supuesto, el lanzamiento tardío es sólo una estrategia bien pensada de Nintendo para que los nostálgicos nos enamoremos otra vez, y las nuevas audiencias se acerquen, todo en preludio al lanzamiento de Pikmin 3 para Wii U. Pero al margen de las teorías de conspiración, es una de las propuestas más interesantes que aunque remake, ayuda a dar buen cierre al ciclo de vida de la consola.
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