Con su entrega de este año, la simulación de futbol americano por excelencia ―y también la única― da el primer paso firme dentro de la nueva generación al integrar una presentación visual rediseñada, escoltada por algunas mejoras de mecánica de juego que darán a los fans algo nuevo que probar. Es muy probable que hablaremos de esto durante los siguientes meses, sin que necesariamente sean complementos revolucionarios.

Desde nuestra perspectiva, lo primero a destacar en Madden NFL 15 es la evidente optimización visual; sin duda, es la mejor presentación de la cual ha gozado la franquicia. Parece lógico cuando consideramos el sustancial incremento en poder tanto del Xbox One como del PlayStation 4 respecto a sus antecesores, pero recordemos que Madden NFL 25 también salió en los nuevos aparatos y distaba mucho de verse como Madden NFL 15.

El carácter televisivo del deporte de las tacleadas ha sido replicado prácticamente a la perfección, con pautas mercadológicas durante las pausas, insinuación de cortes comerciales y un show de medio tiempo que describe a detalle cada jugada destacada de la primera mitad. Tristemente, con el paso de los partidos, las cosas inevitablemente se tornan reiterativas, pero al margen del desgaste natural, la presentación de Madden NFL 15 definitivamente es uno de sus puntos fuertes.

De la mano de la teatralidad del futbol americano está la notoria remodelación de todo lo que hay sobre el emparrillado, empezando por los jugadores, pero también abarca entrenadores y césped e incluso a la red de gol de campo ―ahora animada―. Aún hay mucho margen para mejorar, especialmente en lo que compete a público y reporteros, los cuales siguen tan acartonados y extraños como siempre, pero la apariencia general del título es sobresaliente.

La queja es hacia EA Tiburon, que todavía no sabe cómo emparejar el aspecto con los tiempos de carga de toda la experiencia, así que el juego demora excesivamente en todas sus modalidades.

De la presentación se desprende el audio, que no padece problemas notorios específicos, salvo por la reiteración de música ambiental en los estadios y la aguada narración de Phil Simms y Jim Nantz, cuyo estilo sobrio contrasta marcadamente con la eufórica personalidad de los cronistas latinos.

En cuanto la esencia de la estructura, la experiencia permanece igual a la del año pasado. Madden NFL 15 brinda al fanático del futbol americano la oportunidad de participar en cualquier cantidad de temporadas (partiendo de la próxima) como jugador, entrenador o dueño de uno o más equipos de la NFL (Connected Careers), así como también la de armar un equipo ficticio desde cero, con base en tarjetas coleccionables, en el ya clásico Ultimate Team.

Dicho eso, hay algunas diferencias que vale la pena mencionar. La primera es el incremento en el número y la variedad de ejercicios de práctica, los cuales van más allá de enseñanza de controles básicos. El nuevo repertorio de entrenamientos profundiza en tipos de defensa, tipos de pase y estrategias para contrarrestar cada uno.

Pero como contrapeso para la seriedad de esta categoría tenemos el modo Gauntlet, que es la interpretación de Horda en un juego deportivo, donde convergen todos los tipos de práctica dispuestos de manera escalonada y con dificultad variable. Aquí, la encomienda es llegar a la "oleada" de ejercicio más avanzada posible con un número limitado de oportunidades de fallo. Además, cada 5 ejercicios se presenta uno especial con un giro audaz, por ejemplo goles de campo con vientos huracanados o regresos de patada en espacio estrecho.

El incremento en la profundidad del entrenamiento será valorado por los fanáticos más entusiastas de Madden, quienes apreciarán el recorrido teórico que brinda, aunque cabe decir que dista de ser un aporte fresco. El modo Gauntlet, por otro lado, es un concepto que podría desarrollarse más a fondo en entregas futuras de la serie para abrir paso a una faceta desenfadada de la franquicia.

Ahora bien, las prácticas adicionales van de la mano con el nuevo concepto de Preparación de Partido (Game Prep) dentro del ámbito Carrera Conectada, pues ahora, además de entrenamientos que brindan XP, los usuarios pueden participar en actividades como revisión de plan de juego o sesiones de video, las cuales abonan a la Confianza de cada miembro del equipo mejorando su desempeño a corto plazo dentro de la cancha. En pocas palabras, ahora hay preparativos cuyos beneficios se sienten a largo plazo en forma de XP o a corto plazo, mediante puntos de Confianza.

Con Madden NFL 15, EA Tiburon se pone al corriente en Xbox One y PlayStation 4

La confianza añade una capa adicional de complejidad a una ya de por sí sustanciosa modalidad de carrera como entrenador, pero al final del día, es una interpretación más concreta de lo que antes solía denominarse Racha Caliente o Racha Fría (Streaks), así que tampoco estamos ante la invención de la rueda en este apartado.

En cuanto a la modalidad Ultimate Team, hay que aplaudir la nueva presentación de menús que facilita la administración de los nuevos ítems que el usuario va desbloqueando conforme juega, así como también la comparación entre jugadores para saber cuál se ajusta mejor a la química del equipo, cuál futbolista recién salido de un sobre debe ser titular de inmediato, a quién va a reemplazar, etcétera.

Ya sobre la cancha, y al margen de las mejoras estéticas que describimos hace varios párrafos, hay que resaltar algunas cosas. Empecemos por pequeños detalles como el nuevo gráfico para goles de campo y patadas que permite conocer con exactitud la parábola del ovoide, así como los posibles puntos donde aterrizará y el impacto que ejerce el viento en su trayectoria. También hay modificaciones más trascendentes, la más importante para nosotros es la del juego defensivo, que fue una de nuestras peticiones más enfáticas del año pasado.

En Madden NFL 15 el usuario goza de mucho más control sobre los linieros y linebackers. Mientras que en entregas previas la "estrategia" más avanzada para penetrar en la bolsa protectora del mariscal de campo era mover frenéticamente el stick derecho o tratar de dar la vuelta al guardia por velocidad, este año el juego brinda un repertorio amplio y gratificante de alternativas. Adivinar el conteo y oprimir el gatillo derecho brinda un impulso adicional; apretar cuadro o tache en determinados momentos facilita el acto de superar al guardia rival y mover el stick en momentos y direcciones exactas juega un rol notorio en el colapso de la bolsa de protección, incomodando al mariscal de campo o permitiendo que los compañeros penetren.

De la mano de todo esto vienen ángulos de cámara nuevos y de fácil navegación (con el D-pad), incluyendo uno para los 22 jugadores y otro defensivo fijo, donde se puede seguir a un solo jugador, al cual se aprecia de espaldas. Esto es innovador, aunque francamente seguimos prefiriendo la perspectiva clásica por encima del mariscal de campo.

Otra añadidura defensiva es un cono gráfico desplegado sobre el césped al estar cerca del portador rival del balón que avisa cuando se está en el ángulo y la distancia idóneos para hacer una tacleada. No es una mala idea, pero la acción a menudo es tan rápida en el juego que la herramienta no siempre es trascendente.
Irónicamente, éste no fue el año de la ofensiva en Madden ―el pasado sí lo fue―. El acarreo de balón en nueva generación se siente un poco más responsivo, pero la novedad real al ataque radica en el Coach Stick.

En años anteriores, oprimir el gatillo derecho permitía ver la jugada dibujada sobre el terreno. En Madden NFL 15, además de eso, apretar el citado botón despliega un submenú en el centro de la pantalla el cual ilustra qué tan fuerte o débil es cada jugador ofensivo con respecto a su contraparte, lo que permite saber qué trayectoria de pase tiene más probabilidad de éxito. Esto podría romper el equilibro o dar una ventaja excesiva a la ofensiva, pero la realidad es que seleccionar una trayectoria catalogada por esta herramienta como de buena probabilidad de éxito no garantiza que lo sea.

Madden NFL 25 representó el pináculo de desarrollo de la franquicia en Xbox 360 y PlayStation 3, pero su adaptación a next-gen perdió calidad en la transición. Con Madden NFL 15, EA Tiburon se pone al corriente en Xbox One y PlayStation 4, y va mucho más allá en términos visuales y defensivos.

La entrega dista de ser perfecta: los tiempos de carga siguen siendo excesivos para tratarse de un título deportivo, los menús de franquicia podrían ser más intuitivos y persisten anomalías de física cuando los jugadores son derribados o yacen en el césped, pero en términos generales, Madden NFL 15 es un excelente juego de futbol americano y, más importante aún, por primera vez es digno de la nueva generación de consolas.