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Ah, los Metroidvania... ese género surgido de las cenizas de 2 grandes franquicias que por muchos años consideramos enormes sólo para después ser impactados por el golpe de realidad que las ubicaba como un referente y todo lo bueno que hay en esta industria, pero no como un negocio. El ascenso de la escena indie y las posibilidades de desarrollo fuera de los primeros planos han tenido como protagonista a este género y, aunque sabemos que no existe algo como “suficientes Metroidvania”, la escena se ha enriquecido con las tendencias en materia de RPG y los Souls. En este contexto ocurrió el lanzamiento de otro juego de este tipo que proviene de España y del equipo Retro Forge: Souldiers.
Souldiers, un Metroidvania bien logrado con estilo propio
A estas alturas, podríamos decir que hay Metroidvanias para todos los gustos, y la mejor noticia es que, al tratarse de un género con bases sólidas, hay pocas posibilidades de falla; después de todo, son obras formadas en la pasión, con pleno conocimiento de sus raíces, así que el potencial está en lo que pueda añadirse para enriquecer la propuesta. En el caso que nos ocupa esta vez, Souldiers, Retro Forge se apoyó en un diseño de arte colorido con el que se da cuenta de una gesta en la época de los caballeros, que se aleja de aquellos mundos oscuros y derrumbados, y que además rinde homenaje a la gran era de los 16-bit.
"Souldiers apela a elementos esenciales de los juegos de rol, como seleccionar una clase, tener un sistema de progresión y árboles de habilidades y mecánicas de combate inspiradas en los Souls"
Souldiers apela a elementos esenciales de los juegos de rol, como la selección de clase, el sistema de progresión y los árboles de habilidades, para cerrar con mecánicas de combate inspiradas en los Souls. Todo esto quiere decir que no se trata de apretar botones sin sentido, sino de analizar el comportamiento del enemigo para saber cuándo y cómo atacar y defenderse. Por otra parte, la propuesta de Retro Forge se ve exquisitamente aderezada por una banda sonora que resalta todo tipo de situaciones e impulsa el deseo de triunfar en ese mundo.
De caballeros, valquirias y gestas épicas
La aventura inicia muy bien con una presentación tipo ánime que luce el arte del juego y su inclinación hacia el estilo chibi. La historia nos pone en el reino de Zarga que se encuentra en medio de una disputa y tiene un ejército listo para la batalla, al que lidera Brigard, jefe máximo de las fuerzas de ataque y defensa. Justo en la espera de la orden para salir a la lucha se suscita un derrumbe inesperado que le cuesta la vida a toda la unidad. Sí, todos los soldados mueren, pero debido a que hay algo más después de la muerte, están en Terragaya, un reino donde coinciden con unidades de Valquirias, guerreras de la mitología nórdica, quienes les informan que fallecieron y que pueden regresar a la vida, siempre y cuando ayuden a vencer al mal que tiene plagado al reino.
Tras la presentación llamativa, Souldiers nos lleva a tomar la primera decisión: el tipo de clase. En este juego, más que un protagonista, nuestro personaje es un avatar al que podremos desarrollar, básicamente poniendo la historia y su desenlace en nuestras manos con lo que podríamos considerar nuestra versión en Terragaya. Las 3 clases son Arquero, Hechicero o Guerrero, cada una con características, fortalezas y debilidades; todas están bien balanceadas para que representen una decisión de jugabilidad y no de dificultad.
Como puedes esperar, la clase Guerrero se basa en el combate cuerpo a cuerpo y privilegia la fuerza y el uso de armamento. Está pensada para jugadores experimentados en los Metroidvania con elementos de Souls, mientras que Hechicero y Arquero te dan un margen más amplio de acción gracias a la distancia que media entre tu personaje y el enemigo.
A partir de este momento, Souldiers se presenta como un Metroidvania hecho y derecho, luciendo su propuesta en cada rincón y tratando de conquistar a los jugadores con un trabajo que, de inicio, tiene una raíz sólida.
Cumpliendo como Metroidvania, aunque lejos de la perfección
Como pasa en todo Metroidvania, los escenarios son de gran tamaño, están interconectados no hay referencias claras de hacia donde ir. Sin embargo, en Souldiers hay más pistas que en otros juegos, y en la mayoría de los casos es evidente la dirección a tomar, aunque no por eso es sencillo. Poniendo la debida atención y con paciencia, el juego te lleva a explorar cada lugar (que al final es lo que se espera hacer en un juego de este tipo) e interactuar con los NPC en esta faceta como juego de rol. Aquí, es posible llevar un buen progreso y, sobre todo, conseguir los insumos necesarios para que la vida sea más sencilla, sobre todo con aquello que tiene que ver con la salud, el mana y los recursos que se gastan al usar cierto equipo o armamento.
El sistema de progresión está bien logrado y la curva de dificultad también en lo general, aunque hay algunos bandazos que te envían de una situación sencilla a una difícil en extremo evidenciando momentos en los que el balance brilla por su ausencia, pero nada que te arruine la experiencia de juego.
Además de su propuesta como Metroidvania con elementos de rol, Souldiers se apoya en el combate y lo convierte en uno de sus puntos fuertes. Mi experiencia con la clase Guerrero fue buena, aunque el sistema de parry me jugó una que otra mala pasada; eso sí, tomé la decisión de jugar con pad direccional en Xbox Series S porque este tipo de juegos no me parecen adecuados para el uso de un stick. La lista de movimientos tanto en ataque como en defensa es suficiente y nada compleja; bastarán un par de horas para que te sientas habituado al control, lo domines y le saques provecho.
Si bien hay movimientos que se sienten muy limitados, el paso del tiempo y las horas de juego te acostumbrarán al control hasta que ya no pienses en él, algo que considero imprescindible en todo videojuego. En las batallas, tanto con enemigos comunes como con jefes son muy divertidas, aunque ya pasadas las horas pueden sentirse como algo repetitivo; claro que debo decirte que todo sistema de juego que incluya parry es suficiente para no aburrirme.
"La experiencia a través de Terragaya y sus zonas tomadas por el mal es retadora, incluso en el nivel más fácil"
Existen 3 niveles de dificultad, lo que garantiza la accesibilidad a todo tipo de jugadores, pero la experiencia a través de Terragaya y sus zonas tomadas por el mal es retadora, incluso en el nivel más fácil. Un detalle a tomar en cuenta es la existencia de calabozos, castillos y escenarios que me parecieron muy largos y que llevan a situaciones repetitivas en cuanto a combate, pese a que existe una buena variedad de enemigos. Lo anterior me hace pensar que hubiera sido increíble que este tipo de secciones privilegiaran una experiencia dinámica en lugar de inclinarse hacia la idea de que un Metroidvania clásico debe tener calabozos que generen la sensación de “interminables”. Quizá ahí esté la clave del futuro del género, pues en algún momento tendrá que desprenderse del pasado.
Con todo y su reto, el mundo de Souldiers sabe recompensar la exploración y el grindeo (que no es mucho, no te preocupes), y sus escenarios suelen ser benévolos, aunque nunca condescendientes si les dedicas el tiempo y la atención adecuadas. Pensar en avanzar de forma lineal y dejando de lado detalles o secciones no es recomendable y bien vale la pena, como experiencia de juego, revisar y experimentar en cada rincón, algo que terminará con un historial de juego de decenas de horas. Eso sí, algo muy molesto son los tiempos de carga, inexplicables e intolerables en la actual generación, pues se presentan al inicio de la partida y tras el reinicio provocado por la muerte de nuestro personaje, así como en algunas formas de interacción como tiendas y menús. Para el momento en que se publique esta reseña, ese detalle debería estar solucionado con una actualización.
Souldiers un gran primer juego en la historia de un estudio
Al final, Souldiers cumple con los elementos propios de un Metroidvania y tiene el toque propio que le permite ofrecer algo diferente. Claro que no se trata de un producto perfecto, pero tomando en cuenta que es el primer videojuego de Retro Forge, podemos decir que las bases están construidas y son suficientemente sólidas como para pensar en que los trabajos futuros serán mejores. Es raro que un Metroidvania no cumpla y éste no es el caso, así que si estás en busca de una aventura de este tipo y con un reto atractivo, Souldiers es una buena opción.
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