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El humor crudo tiene su público y funciona mejor si incluye un montón de groserías. Éste es el fuerte de High On Life, juego que surge de la mente perturbada de Justin Rolland, cocreador de Rick y Morty. Esta aventura espacial en primera persona promete una historia llena de humor negro que nos hará reír sin parar mientras volamos cabezas alienígenas en mundos donde la acción es constante. Su carta de presentación es lo absurdo pero es llevado de forma inteligente con diálogos interminables que nos acompañan de principio a fin. High On Life es como jugar en un episodio largo de algún programa de la barra Adult Swin, para bien y para mal. Esta oda a la irreverencia vale la pena pero tiene algunos problemas que no lo dejan despegar. A continuación te dejo mi análisis.
La misión número 1 de High On Life es hacernos reír de principio a fin, y comienza desde su historia. Todo inicia con una invasión extraterrestre que quiere apropiarse de la humanidad para consumirla con fines recreativos. Esto provoca que nuestro personaje sin personalidad ni voz forme una alianza con un alienígena de la raza gatlian llamado Kenny. Esta especie de arma parlante nos cuenta que se trata el Cartel G3, una poderosa banda intergaláctica a la que tendremos que detener convirtiéndonos en un cazarrecompensas.
Éste es el punto de partida para un juego con montones de momentos graciosos e incomodos de ver. La historia nos pone en perspectiva de una invasión pero siempre centra su atención en Kenny, nuestra pistola y compañero. Esta arma orgánica que es prácticamente una extensión de Morty, no dejará de hablar desde que la pones en tus manos. Esto es bueno porque está cargado de personalidad, con frases inteligentes y un tartamudeo que ayuda a sentirlo más cercano. Todo el tiempo Kenny nos da datos importantes además de hacernos reír con sus ocurrencias. Lo mejor es que, además, aportará algo nuevo en cada momento; por ejemplo, si le apuntas a alguien inocente, fallas tus disparos o tardas mucho en resolver algún acertijo, siempre tiene algo que decir. Esto ocurre también con las demás armas pero en mucho menor medida, dejando todo el protagonismo a Kenny. Esto es una lástima porque hay personajes como Knifey, el cuchillo parlante con un enorme parecido a Rick Sánchez, que pudieron tener una participación más activa en la historia.
Las situaciones que enfrentamos también compaginan bien con el tono para adultos que maneja el juego que incluye violencia innecesaria, temas incómodos o referencias a la cultura pop. Hay muchos detalles a lo largo de la aventura, como el hecho de incluir algunas películas completas que se transmiten en la televisión o referencias de la cultura pop que seguro reconocerás. Esta particularidad es también su maldición porque se nota que al equipo de Squanch Games puso especial atención en el guion y espera lucirlo durante todo el juego. Esto quiere decir que hay montones de diálogos y es algo bueno, pero afecta el ritmo de la aventura recortando los segmentos de acción. Habrá momentos donde termines tus matanzas y después de un buen rato de recorrido volverás a activar tu gatillo.
La naturaleza del género pesa, en ocasiones tuve de deseos de callar a Kenny y pasar directo a destrozar cerebros extraterrestres. También hay ocasiones en las que nos presentan personajes molestos, que no paran de hablar o que tienen una personalidad chocante. Esto es intencional y espera provocar que los jugadores se sientan incómodos mientras juegan. Este tipo de bromas están a lo largo de todo el juego y aunque le dan un toque de humor negro, la incomodidad se vuelve real en muchas ocasiones. Lo mismo pasa con Kenny y otros personajes que hablan en medio de la batalla, es fácil distraerse con su voz. Esto pesa un poco más si no dominas el inglés, ya que las voces solo están disponibles en este idioma, así que tendrás que voltear a ver lo subtítulos si quieres enterarte de todo. Pero no todo es malo, la localización está muy bien hecha, las groserías y bromas están bien adaptadas en español latino. De esta forma el humor tiene más impacto y se siente más cercano.
"En ocasiones tuve de deseos de callar a Kenny y pasar directo a destrozar cerebros extraterrestres"
Además del guion, hay varios aciertos en High On Life que vale la pena mencionar. El primero es el modo de juego, pues aunque se trata un FPS también es de plataformas. Hay secciones donde debemos aprovechar las habilidades de cada personaje. En el caso de Kenny, podrá lanzar una esfera viscosa que además de mandar a volar al enemigo, puede activar mecanismos y plataformas para seguir avanzando. Cuando obtenemos a Knifey, el cuchillo psicópata, podremos abrir cofres y usar un gancho para llegar a lugares más lejanos. Mientras exploramos veremos puntos estratégicos donde podremos usar las habilidades de forma constante a lo largo de los niveles. Este tipo de interacciones son agradables y se aprovechan muy bien a lo largo de los niveles.
También podremos explotar estas ventajas en plena batalla para hacer las cosas más rápidas o, incluso, tomar distancia para recuperar algo de vida. Esta idea está bien aplicada y se integra al juego de forma progresiva. Lo interesante es que, además de las armas, podremos comprar algunas mejoras para nuestro personaje que nos dan más movilidad. Al adquirirlas podremos esquivar disparos, deslizarnos por el piso o flotar por algunos segundos.
Por otro lado, aunque los encuentros llegan a ser intensos, durante todo el juego veremos los mismos enemigos con traje amarillo una y otra vez. También encontraremos algunas criaturas que se lanzan hacia ti para darte un buen mordisco o enemigos más violentos pero pronto volveremos al ciclo de los enemigos amarillos. Además de que la mayoría se dedica solo a disparar, es sencillo acabar con ellos, por lo que no representan un reto. Afortunadamente puedes modificar la dificultad pero todo se mantiene fácil hasta llegar con los jefes de nivel. Estos enfrentamientos son de lo mejor en High On Life, porque tienen patrones de ataque únicos y te obligan tus armas o habilidades para descubrir sus debilidades. Además de atacar, tendremos que poner atención en algunos peligros que se activan cada cierto tiempo pero que podremos sortear si estamos atentos.
Además de acabar con enemigos en los niveles también habrá espacio para la exploración pero los niveles llegan a ser engañosos porque sugieren cierta libertad pero realmente son lineales. Es posible buscar cosas ocultas o cofres, pero nada más. Por esta razón, aunque podemos volver después de superar los niveles, no hay más razón para regresar una vez que encontramos los cofres que nos hacen falta.
En cuanto al apartado gráfico, el juego cumple muy bien con un gran diseño de personajes orgánicos y diferentes biomas que conocemos a lo largo de las misiones. Todas las armas están llenas de vida y reaccionan de forma natural a nuestros movimientos. El apartado sonoro es bueno, y la música, aunque es relajante, se integra bien con la exploración y los disparos.
High On Life es un FPS en solitario que cumple con divertirnos y hacernos reír sin parar. Si eres fan de Rick y Morty debes jugarlo sin dudar, pero si buscas un juego frenético que ponga a prueba tus habilidades saldrás algo decepcionado. Su duración de al menos unas 10 o 15 horas, esto se puede extender si obtienes todas las mejoras y sales en busca de los cofres. Si tienes dudas, recuerda que se incluye como parte de los beneficios de Xbox Game Pass.
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