Con un apartado visual que retrata a la perfección los trazos de Eiichiro Oda, One Piece Odyssey promete dejarnos con la boca abierta al presentarnos una historia original que parte de la nostalgia. Es un JRPG que retoma las batallas por turnos y hace lucir los ataques más espectaculares de Luffy y sus nakamas. ¿Estaremos ante el mejor juego de One Piece? Te comparto mis impresiones a continuación.

En busca del tesoro

Todo comienza cuando los piratas de sombrero de paja sufren un accidente que los hace encallar a las orillas de una misteriosa isla. Tras recorrer el lugar y enfrentarse a un poderoso enemigo, la tripulación conoce a la Lim, una joven que roba sus poderes y los esparce por la isla en forma de cubos. Aunque se trata de una historia original, lo cierto es que pronto nos sumergimos en 4 arcos conocidos para enganchar a los fans del anime.

Tras conocer el destino de los protagonistas, pasamos directo a la acción y desde el principio llamó mi atención el gran trabajo que lleva de fondo este título. La carta de presentación de One Piece Odyssey es su apartado visual; luce fantástico con una mezcla de realismo y estilo anime. Esto provoca, que aunque veamos modelos en 3D con texturas detalladas no se vean extrañas como en Jump Force. Los escenarios y personajes son muy coloridos, y las criaturas que habitan los mundos mantienen la esencia aventurera de One Piece.

El apartado más profundo y que da méritos al juego para que vaya más allá de ser otro más de de anime es que nos deja ver todo el poder de Luffy, y su tripulación en plena batalla. Al inicio de la aventura y antes de que pierdan sus poderes, tendremos una probadita de todas las habilidades de los piratas disponibles. Cada ataque tiene animación propia y luce increíble. Conforme avancemos en el juego iremos recuperando todas las habilidades y agregando nuevas. Por ejemplo, hay ataques en equipo que combinan las habilidades de 3 personajes para dar un golpe devastador.

VIDEO: One Piece Odyssey - ¡Lo Bueno, lo Malo y lo Meh!

Un JRPG puro

El sistema de batalla es por turnos, como en los viejos tiempos, pero tiene mecánicas interesantes que funcionan bien en conjunto. Algunos ejemplos son: sistema de debilidades al estilo piedra, papel o tijera; estados alterados; distancias y secciones en el campo de batalla; uso de ítems; y la posibilidad de restablecer mana o pm al usar el comando de ataque. También es posible cambiar de personaje en cualquier momento, lo que permite darle un giro a la estrategia y obtener mejores resultados. Este sistema es muy sólido y tiene potencial para ser aprovechado en una secuela.

A pesar de sus aciertos, hay algunas fallas en el desarrollo de las peleas que notarás después de jugar un rato. Las batallas pueden ser muy largas y aburridas, y estarás viendo las animaciones de los ataques una y otra vez. Es cierto que lucen muy bien, pero después de ver 15 veces el mismo ataque desearás que los encuentros terminen pronto. Esto ocurre porque el nivel de dificultad es muy bajo; hay poco reto en la mayoría de las peleas. Los jefes y algunas peleas especiales son la excepción a la regla, así que si no vas bien equipado y con ítems suficientes, es probable que veas la pantalla de game over un par de veces.

También podemos reforzar las estadísticas de nuestros personajes con accesorios que debemos acomodar en una tabla al puro estilo Tetris. Si esta parte te desespera y quieres dedicar menos tiempo a la preparación puedes elegir un perfil predefinido. Sobre el acceso a los ataques de los personajes no te preocupes, todos estarán disponibles una vez que los recuperes durante el desarrollo del juego. También podrás fusionar estos accesorios y así obtener efectos especiales.

Los piratas no necesitan reglas

Además de repartir golpes, uno de los puntos fuertes de un RPG es conocer las locaciones mientras buscamos items o intercambiamos información con algunos personajes. En One Piece Odyssey podrás recorrer los niveles pero con muchas limitantes, y te darás cuenta que todo transcurre de forma repetitiva. Como buen RPG, tendrás que cumplir mandados, ir del punto A al punto B y viceversa, conseguir ítems o información para develar un secreto y seguir avanzando. Todo esto pesa porque pasa una y otra vez sin algo interesante que hacer en el camino; la opción es enfrentar enemigos y subir de nivel, pero como el juego es poco complicado, no necesitas subir de nivel a toda velocidad. Hay momentos en los que la historia te hace ir de un lado a otro sin parar con pretextos muy enredados. Da la impresión de que todo está planeado para agregar algunas horas extra al juego, y eso significa que hay problemas para mantener el interés del jugador por mucho tiempo.

El sistema de exploración también tiene sus fallas. La mayor parte del tiempo recorreremos caminos marcados por paredes invisibles que definen muy bien los pasillos y los límites, de modo que podemos saltar y correr, pero no cruzar libremente a donde queramos. Todo el tiempo debemos seguir caminos y buscar cofres o algún punto específico que aproveche las habilidades de nuestros personajes. Hay momentos donde tendremos que pasar por pasillos con Chopper; encontraremos bolsas de dinero invisibles con Nami o cortaremos cajas metálicas con Zoro; pero la mayor parte del tiempo bastará con usar las habilidades de Luffy.

Si eres de los que ha dedicado su vida entera a ver los más de 1000 capítulos de One Piece, estarás muy feliz de saber que hay guiños y referencias por montones. La historia es más o menos original y conoceremos a los carismáticos personajes creados por Eiichiro Oda para este juego. Lo interesante es que el recorrido será diferente al del anime y viviremos otras situaciones. Encontraremos algunos personajes conocidos y habrá menciones de otros arcos en medio de las conversaciones, así que la carga de fan service es suficiente para mantenernos contentos pero tampoco es demasiada para empalagarnos. Durante las primeras horas la historia luce bien, pero la idea inicial se pierde mientras avanzamos. Cuando los nuevos personajes se cruzan en nuestro camino es confuso identificar si son aliados o enemigos. Esto es interesante al inicio, pero después de unas horas se vuelven meros acompañantes. El arranque es bueno y el primer arco se toma cerca de 15 horas, momento en que estamos tan empapado de One Piece que es fácil olvidar que hay una nueva historia de fondo.

Por último me gustaría destacar el trabajo de audio, que se adapta perfectamente al género JRPG. El esfuerzo del apartado sonoro cumple al tener las voces originales en japonés y un soundtrack hecho para el juego con grandes temas para toda ocasión. Sin duda, es un juego para los verdaderos fans.

El One Piece existe

One Piece Odyssey tiene problemas de ejecución pero es el mejor juego de la franquicia hasta el momento, por su apartado visual, dirección de arte y su sistema de batalla clásico. Tiene el mérito de intentar contar algo una nueva historia a partir de grandes momentos de la serie, además de que prueba un género diferente al acostumbrado. El resultado es un juego de larga duración que debe pulirse y tiene el potencial de ser algo más grande en el futuro. Si eres fan de One Piece, no lo pienses: debes jugarlo.

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